El eterno retorno de Suárez

Suárez se cargó el equipo a la espalda y marcó el 1-1

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Con Luis Suárez hay que contar hasta diez antes de perder la paciencia. Ocurre a menudo: en medio de una actuación  obtusa,  y cuando la crítica resulta una tentanción inevitable, irrumpe con un gol marca de la casa. En eso es implacable, siempre se reengancha al fútbol con el gol. A menudo no le hace falta ni reengancharse con el juego. Le basta con un primer toque preciso, clínico, mezcla de técnica y determinación, para marcar diferencias. 

“Es amigo de Messi, el genial violinista, y él, a su lado, le pega al tambor sin ningún complejo”, dijo de él Valdano, que también destacó “que puede perder cinco balones, hacer tres faltas y errar dos goles, pero esos disgustos le cicatrizan de inmediato”. 

Esa obstinada fe en sus posibilidades ha marcado toda su carrera. También su paso por el Barça, donde ya es el tercer máximo goleador de la historia. Números que no han impedido que esté en el centro de las críticas a menudo.

A Suárez le cuesta poner a punto su cuerpo en los comienzos de temporada, cumplirá 33 años este mes  y no marca fuera de casa en la Champions desde el 2015, tres aspectos que han contribuido al runrún sobre su futuro. Pero como ocurre cuando falla un gol, solo piensa en la siguiente jugada. Y el uruguayo está en racha tras un comienzo de temporada algo irregular.  

Suárez ha participado en los últimos 10 goles del Barça en LaLiga; ha marcado cuatro goles y ha dado seis asistencias (dos a Messi, dos a Griezmann y dos a Arturo Vidal). 

Son los números del uruguayo, que también dio una asistencia a Ansu Fati en la Champions ante el Inter, desde la victoria ante el Mallorca (5-2). Suárez suma 14 goles esta temporada (11 en Liga y tres en Champions) y está a solo un tanto de Leo Messi (15). Como azulgrana ya ha llegado a  los  191 goles y queda a solo tres del mítico Ladislao Kubala (194). Cuando lo supere ya solo tendrá por delante a César Rodríguez (232) y al inalcanzable Messi (618).  

“Los números hablan por si solos. Es normal que hay momentos que pasas por momentos complicados, pero son estadísticas de las que me siento muy orgulloso”, aseguró recientemente en una entrevista a SPORT. Suárez no esconde su deseo de seguir en el Barça. Entiende que el club busque un ariete más joven pero se ve capacitado para seguir compitiendo. 

“Uno está muy feliz en el club. Siempre me he entregado al máximo. Las estadísticas y los números me avalan, creo que estoy a la altura y a la hora de conversar, llegaremos a buen puerto”, asegura. Suárez termina contrato en junio de 2021. Una situación que obliga al Barça a mover pieza si quiere evitar otro caso Dani Alves. 

Ante el Espanyol fue el jugador que sostuvo al equipo con un gol y una asistencia a pesar de ser uno de los últimos en regresar de las vacaciones. Suárez ha empezado el 2020 como terminó el 2019. Con una racha que quiere seguir ampliando en la Supercopa de España. 

El uruguayo tiene el torneo entre ceja y ceja. “Vamos a intentar pelear por esta primera Supercopa con el nuevo formato. Estamos con la ilusión de ganar el primer título”.