Di María es duda para el partido del Camp Nou

Emery espera un partido complicado

Emery espera un partido complicado / sport

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Crece la desconfianza en ParísLa goleada del Barça ante el Celta ha cambiado el estado de ánimo del barcelonismo. Y parece que también ha tenido su efecto en el PSG.

El conjunto de Emery pasó un mal trago ante el Nancy, al que derrotó a última hora con un penalti y más tarde pudo comprobar que hay un caldo de cultivo en el Camp Nou que se está cociendo a fuego lento que apunta a la remontada.

Lo sabe el PSG y la prensa francesa que, alerta de los peligros de la mejor versión del Barça. "Le PSG est prévenu", avisa L' Equipe. Y también Emery es consciente que el encuentro será de máxima exigencia a pesar del resultado de la ida. "El partido en el Camp Nou será difícil. Pero confío en el equipo y en nuestro trabajo", aseguró tras la victoria ante el Nancy.

El técnico lamentó la fragilidad defensiva que exhibió su equipo en el último encuentro liguero. "Nos faltó acabar mejor las ocasiones y concedimos demasiadas", destacó.

Algunos jugadores como el portero Trapp también destacaron la necesidad de mantener el nivel del partido de la ida para salir bien parado del encuentro en el Camp Nou del miércoles. "Contra el Barcelona tendremos que jugar como si fuera el primer partido. Nos enfrentamos a un equipo que es capaz de hacer muchas cosas, pero estamos listos (...) Va a ser difícil, van a tener prisa por marcar pronto, pero no tenemos que pensar en el marcador. Trenemos que ir a ganar". 

Otros jugadores como Matuidi subrayaron la importancia del triunfo ante el Nancy para llegar con confianza al encuentro. "Para la confianza era bueno ganar. Esta semana terminamos bien. Ahora estamos listos para ir a jugar este gran partido contra el Barcelona". 

La situación en la enfermería, asimismo, preocupa en el conjunto francés. Emery mantiene las dudas de Motta y Di María y Rabiot llegará justo al encuentro del miércoles.

"Con once goles en dos partidos, el Barcelona impone", recuerda L'Equipe. En París nadie duda que lo del Camp Nou, de entrada, no será una fiesta.