Eric Garcia, un central atípico bajo el paraguas de Guardiola

No tardó en ser capitán, se instaló en la academia y empezó a sacarse la licencia de entrenador

Impresionó a Guardiola anticipando cómo jugaría el Watford viendo el calentamiento

Eric Garcia: "Estoy muy orgulloso de volver"

Eric Garcia, contento de volver al Barça / FCB

Dídac Peyret/Pol Ballús

En Inglaterra muchos sostienen que la historia de Eric Garcia en el fútbol inglés se entiende sobre todo a partir del paraguas de Guardiola. Su perfil -un central que destaca más por la salida de balón que por imponerse en el cuerpo a cuerpo- es atípico en la Premier. 

Eric no tardó en darse cuenta cuando se unió al sub’18 del Manchester City con solo 16 años en 2017. Unos meses después, a pocos horas de medirse a su exequipo en las semifinal de la Youth League, explicaba así sus sensaciones a SPORT.

“Los jugadores de mi equipo, más allá de tener mucha calidad, tienen unas condiciones físicas con las que no me encontraba en el Barça. Aquí incluso el más pequeño del equipo juega con el cuerpo y tienes que ir con cuidado porqué es potente”.

Ese Barça, entrenado entonces por Garcia Pimienta, pasó a la final (4-5) con goles de Carles Pérez (2), Collado, Riqui Puig y Alejandro Marqués. 

Eric fue titular y ya entonces era capitán del equipo. Que un catalán en su primer año en las inferiores del City llevara el brazalete se explica porque se plantó en Manchester con un buen inglés y porque su ética de trabajo conquistó a todo el mundo. 

“A nivel personal también he trabajado mucho en mejorar físicamente y en el aspecto defensivo. En el Barça estás acostumbrado a defender mucho con el balón. Aquí en cambio tienes que hacerlo muchas veces sin él”, reconocía. 

Son meses en los que incluso le toca jugar de lateral o en una defensa con tres centrales, pero Eric entró bien en club y orientó su vida al fútbol. De entrada, se instaló en la academia del City, en la ciudad deportiva, al lado del estadio.

Ahí no tenía que preocuparse por las labores domésticas ni por la comida. Solo en su última temporada en el City ha compartido piso con Adrià Bernabé en el centro de Manchester. 

Eric García durante un encuentro

Eric García durante un encuentro / AFP

Eric siempre fue un enfermo del fútbol. Alguien capaz de empezar a sacarse en Inglaterra el ‘coaching badges’ (la licencia de entrenador). De eso también se dio cuenta rápido Pep, que lo fue incorporando pronto a los entrenamientos de los mayores.

Cuatro semanas antes de cumplir 18 años debutaba frente al Leicester con victoria en la Carabao Cup. “Estoy encantado con su actuación. No cometió ningún error con el balón y jugó con una personalidad increíble”, dijo de él Guardiola.

No sería la última vez que impresionaría al técnico. La simplicidad de su juego y su madurez asombró a Pep, que veía a un jugador de 17 años jugando como uno de 25. Un año más tarde Eric se ganó al técnico en un calentamiento minutos antes de un partido ante el Watford  

¿Cómo lo logró? Haciendo que Pep se viera reflejado en él. Fijándose en el rival, preguntándolo todo, tratando de anticipar situaciones. Justo lo que hacía el de Santpedor en sus primeros días en el Dream Team.

“Hoy estaba en el calentamiento y teníamos dudas de la alineación de Quique [Sánchez Flores]. No sabíamos exactamente si saldría con cuatro atrás o cinco atrás. Y entonces vino Eric tras el calentamiento y me dijo: han hecho un movimiento en defensa, pero con cuatro atrás. Nadie me había dicho eso. Él fue quien me lo dijo”.

Tenía solo 18 años y no tardó en entrar cada vez más en los planes de Guardiola. El reto era mayúsculo. Ser central en la Premier exige pulmones, envergadura y agresividad. Y en su caso -no es ni muy alto (alrededor del 1’80) ni muy fuerte- no siempre jugaron a su favor. Su mejor cualidad en defensa es la anticipación. Pero sobre todo es un central muy creativo con el balón. 

Con el City la temporada 2019-2020 sumó 62 toques por partido con un 93% de acierto. Por contra, en defensa sufrió con los balones divididos sobre todo por arriba. 

En la temporada del confinamiento, se convirtió en el líder de la defensa del City cuando volvió el fútbol. Fueron meses de aprendizaje. También el momento en el que se dio cuenta de que estaba listo para volver al Barça para ser importante.