Éric Abidal, 'Culé del Año 2019'

Abidal: "Tenemos muchos centrales. Decisión del míster"

 Abidal explicó en rueda de prensa porqué adelantaron la llegada de Todibo / PERFORM

Nadie mejor que el secretario técnico del FC Barcelona, Éric Abidal, para inaugurar el ranking de premiados con la distinción ‘Culé del Año’. El francés encarna y cultiva todos aquellos valores que promueve la entidad azulgrana: solidaridad, humildad, respeto, compromiso, juego limpio, competitividad... 

Ex jugador del FC Barcelona entre 2007 y 2013, Abidal destacó en su etapa deportiva por su pundonor y regularidad, haciéndose rápidamente con el puesto de lateral izquierdo, aunque puntualmente también se desenvolvió como central. Procedente del Olympique de Lyon por 15 millones de euros, el galo disputó un total de 193 partidos oficiales y anotó 2 goles. En números totales, defendió la camiseta del primer equipo en 213 partidos. 

Los dos goles convertidos por Abidal llegaron en la Copa del Rey y en dos ediciones consecutivas. El primero en el ejercicio 2010-11 y, el segundo, en el 2011-12. Su estreno realizador data del 5 de enero de 2011, en San Mamés. Inaguró el marcador contra el Athletic en la ida de los octavos de final (1-1) y celebró el tanto sacando la lengua y corriendo hacia atrás, al más puro estilo ‘retrorunning’. Lo firmó con la zurda y después de una asistencia de Messi.

El segundo y último y gol como azulgrana lo consiguió en otro gran escenario: el Santiago Bernabéu. La conquista tuvo lugar el 18 de enero de 2012, en la ida de los cuartos de final del torneo del KO. En esta ocasión logró el gol de la victoria, el 1-2. Y, como el primero, también con la zurda y después de una asistencia de Messi que bajó con el pecho. Lo celebró de idéntica manera, pero finalizó su festejo como si disparara.

Además de los 193 partidos oficiales y 213 sumando los amistosos, Abidal saboreó 16 títulos en las seis temporadas que defendió la elástica azulgrana: 2 Champions League, 2 Supercopas de Europa, 2 Mundiales de Clubs, 4 Ligas, 2 Copas, 3 Supercopas de España y 1 Copa Catalunya. Con la selección de su país fue subcampeón mundial en Alemania 2006.

Momentos

Rendimiento e intachable hoja de servicios fueron dos de las constantes del carrilero galo en el Barça, pero Abidal también dejó momentos emocionantes e inolvidables. Uno de ellos, su enconada lucha contra el cáncer de hígado que le detectaron en marzo de 2011, cuya victoria escenificó levantando la Champions en Wembley en mayo de 2011, cuando el capitán Carles Puyol lo recompensó cediéndole el brazalete para que pudiera alzar el trofeo al cielo de Londres.

Ese momento, sin lugar a dudas, es uno de los más emotivos de la carrera deportiva de Abidal por el significado que tuvo para él y para el barcelonismo. De todas formas, al jugador le detectaron un nuevo tumor en enero de 2012 y volvió a emprender la batalla contra el cáncer, obteniendo otra victoria gracias a un trasplante.

UNA EMOTIVA DESPEDIDA

Tras obtener la segunda alta médica, volvió al equipo en la recta final de la que sería su última temporada para jugar en los postreros partidos del campeonato, despidiéndose por todo lo alto de la afición el 1 de junio de 2013 con ocasión de un Barça-Málaga (4-1) que cerró la Liga.

Tito Vilanova tuvo la deferencia de concederle los que eran sus últimos 15 minutos como azulgrana. Entró por Piqué y fue ovacionado. Pero la apoteósis llegó después, al final del partido, cuando, arropado por sus compañeros, el Camp Nou le dijo adiós con una atronadora ovación. “Os llevaré siempre en el corazón”, dijo antes de ser manteado por el equipo.

Abidal dio sus últimos coletazos como jugador en el Mónaco y el Olympiacos antes de colgar las botas en diciembre de 2014. Dedicado a su Fundación desde entonces, en junio de 2018 empezó su seguna etapa en el FC Barcelona, ahora como secretario técnico en sustitución de Robert Fernández.

Querido y respetado, desde entonces ha desempeñado el comprometido cargo con decisión y discreción, concretando fichajes de presente y de futuro y abanderando los mismos valores que exhibió como jugador. Aporta trabajo, disciplina, experiencia y un gran conocimiento.