LA ENTREVISTA DEL DIA

Dyango: "Maradona se iba a dormir con mis canciones"

José Gómez Romero, conocido artísticamente como Dyango (Barcelona, 5 de marzo de 1940), es un cantante español de música romántica. A lo largo de su carrera ha obtenido 55 discos de oro y 40 de platino.

Dyango, junto a su hijo Lluís Gómez, chef del restaurante Milo Grill

Dyango, junto a su hijo Lluís Gómez, chef del restaurante Milo Grill / sport

Albert Masnou

¿Qué hace aquí?

Vine a comer al Milo Grill porque mi segundo hijo, Lluís, es el chef. Él es muy bueno y ya ha llevado otros restaurantes en Ibiza. Además está Carlos Trigo, que es un amigo. El restaurante es bueno. ¿Cuántos restaurantes en Barcelona tienen una buena cocina y, al mismo tiempo, una buena parrilla? Las dos cosas juntas no existen. Aquí sí.

¿Por eso está su sello?

Yo pinto desde hace años y los cuadros colgados son de mi colección. Son abstractos. Me gusta tanto como cantar. En el jardín de casa tengo una casita donde pinto. Es mi rincón. ¡Qué nadie me lo toque! He hecho exposiciones, he vendido, he regalado... Si quiero hacer una exposición, la hago al momento.

¿Y el Barça?

Soy culé a muerte. Más o menos todos los catalanes lo son. Antes había más rivalidad con el Espanyol. Uno ha ido subiendo y el otro bajando. El Madrid ahora es el enemigo a batir.

¿Y cómo están los ánimos?

Es un deporte y no se puede ganar siempre. El Málaga, el otro día, dio una lección de saber estar, de jóvenes que van a todas. Con Pep también pasaba. Hay momentos que el equipo se desequilibraba y se perdía.

¿Es socio?

Y de los veteranos también. He jugado mucho con ellos. L'Agrupació me pidió que fuera a cantar un par de veces. Antes jugaba con ellos. Llegué a hacerlo con Manchón, Cesar, Kubala, Tejada y toda esta generación. Todos me pasaban por encima.

¿Se puede comparar el nivel de esta gente con el de ahora?

No entiendo tanto pero creo que los de ahora son mejores. Si se hiciera un partido entre esa generación contra la de ahora ganarían la de ahora. Hay mucha gente que dice que aquello era mucho mejor. Mejor que Messi no ha habido nadie. Ni que Xavi o Iniesta.

¿Y Maradona?

Messi es mejor. Eso que Maradona es amigo mío. Desde hace muchos años. Antes de que jugara en el Barcelona. He ido mucho a Argentina, y él subía al escenario para cantar conmigo al Teatro-Opera. Era muy fanático mío. En el Mundial de Italia decía que no le molestasen, que se iba a dormir con las canciones de Dyango. Soy muy popular allí.

Llegó un día que lo abandonó...

Las giras ya me cansan. Tengo una edad. No es solo el hecho de coger el avión sino cambiar de ciudad y cantar con solo un día de diferencia. Cansa. El que diga que no miente. Una cosa es siendo joven pero cuando se empieza a ser viejo... Tenía problemas en el nervio ciático y me dolía mucho. No podía. Lo probé todo hasta que me operé. Era momentos que me decía que me retiraba. La operación fue bien y sigo pero ya tengo 74 años. Hace nueve que debía haberme jubilado.

Una carrera longeva...

50 años. He cantado de una manera que la gente lo ha apreciado mucho. Somos gente de una generación que empezamos a los 20 y han pasado los años y aún estamos.

No me imagino los futbolistas de ahora escuchando su música...

No creo. No saben ni que existo. Cada época tiene su música pero lo que se hacía ante es mejor de lo de ahora. Bastante mejor. Soy un entendido en música, con formación. Desde los 8 años que estudié en el conservatorio, soy violinista y trompetista y jazzista. Creo que entiendo. Nosotros no decimos que fuésemos la bomba. Yo hacía canciones románticas bonitas y ya está. Lo de la juventud de ahora no tienen melodía sino ritmo y un bombo. Ya está.

¿Que otra vinculación tuvo con el deporte?

Jugué a rugby con el CN Montjuic pero lo dejé. Me hacía daño en el dedo y me iba mal por el violín, o en el labio y me iba mal para cantar. Lo tuve que dejar.

Le interesa el fútbol. ¿Le interesa algo de lo que hace referencia al club y a su gestión?

No me interesa mucho. Me gusta Laporta, amigo mío. Ha sido el presidente que ha demostrado sus alegrías y tristezas cuando el Barça ha ido bien y menos bien. Era muy próximo al pueblo. ¡Qué importa celebrarlo en luz de gas! Es lo lógico. Que yo no soy nadie también lo celebré cuando ganamos títulos e iba a canaletes. ¿Qué hago aquí si todos son niños? me decía. El Barça es un sentimiento.