Douglas Costa, un futbolista de 'estilo Barça'

Joaquim Piera

Joaquim Piera

Robert Fernández y Ernesto Valverde están sopesando si el Barça se lanza a por Douglas Costa, en una puja en que hay rivales financieramente robustos como el PSG, con la obligación de crecer tras el KO en la Ligue-1 y en la Champions, la Juventus o el Tottenham de Mauricio Pochettino, regado de libras por los ingresos en los derechos de televisión. 

El extremo gaucho está tasado en 40 millones de euros pero, por mucha competencia que haya, es posible que deje Munich por unos 25 kilos, una cantidad accesible para el Barcelona. Des del punto de vista financiero, su incorporación es factible. Ahora bien, la secretaría técnica debe valorar si deportivamente es lo que el Barcelona precisa.

'profesor' Pep

Y en este último aspecto, hay un factor que juega a favor del habilidosísimo jugador gaucho: el hecho de haber triunfado en la pizarra de Pep Guardiola, el técnico más cruyffista del mundo y el más purista defensor del estilo de juego del Barcelona. 

Valverde, en su concepción como entrenador, no es Pep, así como tampoco lo era Luis Enrique. Sin embargo, hay consenso que el ex del Athletic Club, así como Lucho, son una evolución del sistema del mejor Barça de la historia. Sin ir más lejos, el propio Guardiola elogió esta semana la elección del ‘Txingurri’.

Que Douglas Costa triunfara con Pep le da, sin duda, un sello de calidad. Otra cuestión es cómo caería en el vestuario –en este sentido Neymar puede ayudar y mucho–, si sería capaz de crear automatismos con Messi y las vacas sagradas de la actual plantilla del Barcelona.  

desequilibrante en el uno contra uno

Está claro que el extremo zurdo, con un uno contra uno desequilibrante, tiene la capacidad de asociarse y de entender el juego posicional que un equipo como el Barça necesita. Haber estado con Guardiola da un solfeo que ayudaría, y mucho, en su adaptación en una temporada en que el club blaugrana, por mucho que haya cambiado de técnico, necesita de inmediato dar un salto de calidad para intentar recuperar el terreno perdido, principalmente en la Champions League.

La campaña que se avecina, como todas las que preceden a cualquier Copa del Mundo, son singulares. Primero, porque el calendario se comprime y deben disputarse los mismos partidos en casi un mes menos de competición. En segundo término, hay que tener en cuenta la actitud que toman determinados futbolistas sabiendo que terminados sus compromisos con los clubs afrontan una competición de selecciones que marcará su currículum seguro.