Desde que 'Ney' se fue: el enigma del tercer delantero

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Desde que se marchó Neymar el tercer delantero se ha convertido en el eslabón perdido del Barça. Primero llegó Dembélé, más tarde Coutinho y esta temporada Griezmann. Ninguno de ellos ha logrado consolidarse y ninguno ha logrado exhibir su mejor versión de forma continuada. 

"Hay jugadores que se vuelven tímidos cuando tienen a Messi al lado", aseguraba hace unos meses Rivaldo en Betfair para referirse a Coutinho. "Seguramente no está gestionando bien la presión y quizá necesita mostrar más personalidad para imponer su calidad en el campo".

El brasileño, el fichaje más caro de la historia del club, terminó marchándose cedido al Bayern tras no cumplir con las expectativas: 75 partidos disputados y 21 goles, su balance en el año y medio de azulgrana.

La presión por el dinero que costó, la falta de confianza y una posición incómoda para él contribuyeron a una experiencia fallida. Coutinho llegó como  el sustituto de Iniesta y terminó dimitiendo como relevo de Neymar

Su caso recuerda al de Griezmann, que parece perdido en la banda izquierda. "Cuando tengo el balón, aún me falta confianza para pasar o disparar a portería, pero llegará con el tiempo", reconocía en una entrevista para la UEFA hace unos días.

"Ahora juego por la izquierda, una nueva posición para mí y trato de acostumbrarme. También trato de aprender y de entender cómo juegan mis compañeros. Todos son nuevos para mí. Aún no controlo las carreras de Suárez, Messi o Dembélé... Trato de entenderlo lo más rápido posible porque el equipo me necesita, pero a veces es difícil".

Griezmann disfruta de mucha más libertad con Francia y parece otro jugador

El francés suma 4 goles y 3 asistencias tras disputar 12 partidos de Liga y cuatro de Champions con la camiseta del Barça. Pero en muchos encuentros apenas participa del juego. Y es habitual verle tirar desmarques en ruptura que sus compañeros todavía no saben interpretar. 

Valverde ya lo ha probado en las tres posiciones del ataque, pero en ninguna encuentra lo que tenía en el Atlético. Libertad total jugando por detrás de un ariete clásico como Diego Costa.

También con Francia encuentra algo parecido con Giroud. En su último encuentro con los 'bleus' jugó por el carril central en un 3-4-1-2 frente al Albania y fue de los mejores de su equipo. 

En el Barça solo está siendo un anexo y lo más preocupante es que no conecta con Messi. Algo que no debería ser tan sorprendente, ya que son jugadores acostumbrados a tener un papel parecido en sus equipos.

En el Barça de momento parece un elemento extraño: no disfruta y no aprovecha sus mejores virtudes: las transiciones rápidas y un primer toque afilado para asociarse con los delanteros.  

Dembélé y Griezmann pasarán un examen ante el Dortmund

Dembélé, un futbolista de extremos

El caso de <strong>Dembélé</strong> es otra cosa. El francés se adapta mejor a la posición de extremo izquierdo, pero en su caso intervienen muchos factores. El primero, la esencia del jugador.

Un futbolista que explota sus mejores virtudes cuando tiene espacios y campo para correr. Una situación que es poco frecuente en un Barça acostumbrado a jugar contra equipos que se aplican en el repliegue.

El segundo factor clave han sido las lesiones. Cada vez que Dembélé se ha acercado a su mejor nivel ha sufrido alguna lesión que ha frenado su progresión. Su tendencia a llevar una vida poco ordenada ha contribuido a sus problemas físicos.  

Dembélé perdió 33 balones ante el Leganés pero no dejó de intentarlo

El francés es un jugador distinto, con una habilidad descomunal para encarar a campo abierto. Pero también un futbolista con muchas desconexiones, problemas en la lectura del juego y poca finura técnica en espacios reducidos. 

Su último encuentro ante el Leganés es un buen ejemplo. Dembélé fue uno de los jugadores más desequilibrantes del Barça. Pero perdió 33 balones, su peor cifra con la camiseta del Barça. El francés se mueve en una estadística peligrosa: pierde uno de cada tres balones que toca. 

Esta temporada sus números vuelven a estar por debajo de las expectativas: suma un solo gol y ninguna asistencia en ocho partidos (466 minutos). 

Dembélé Griezmann competirán por un sitio en el once ante el Dortmund. Tras el experimento del 4-2-3-1 en Butarque, se espera que uno de los dos ocupe el extremo izquierdo en el clásico 4-3-3.

Una posición maldita desde la inesperada salida de Neymar. 105 goles y 59 asistencias en 186 partidos de azulgrana. Una herida que sigue abierta 390 millones de inversión (buscándole un sustituto) después.