FC BARCELONA

El dilema de Luis Enrique para renovar con el Barça

El técnico decidirá a finales de temporada y gana enteros la opción de que siga un año

Luis Enrique medita su futuro

Luis Enrique medita su futuro / sport

Lluís Miguelsanz

Luis Enrique no quería culebrones esta temporada y, por eso, ya anunció en verano que no decidiría su futuro hasta finales de primavera. Acaba contrato y entiende que el club tiene urgencias, pero tras un ciclo de tres temporadas al frente del primer equipo no desea que su caso personal interfiera en los objetivos deportivos. A día de hoy, las dos partes prácticamente no han hablado aunque el técnico ya sabe del interés del Barça en atar su continuidad. Lucho meditará la decisión final con los suyos y no va de farol. Lo comunicará con los títulos prácticamente decididos y con la convicción de que los contratos largos no son nada buenos para ninguna de las partes. Gana enteros la opción de que decida renovar por solo una temporada, algo que el club aceptaría de buen grado.

 En el Barça hay absoluta tranquilidad en el futuro de Luis Enrique porque las relaciones entre el técnico y la entidad son fluidas. El entrenador azulgrana trabaja a gusto en una estructura profesional hecha a su medida y se siente valorado. El dilema del técnico no se centra en pedir mejoras económicas o deportivas sino en la conveniencia o no de alargar un ciclo exitoso con el desgaste personal que comporta. Es evidente que dirige al grupo de futbolistas con más talento del fútbol mundial y que el equipo tiene margen para crecer tras la inversión realizada en fichajes, pero también que su posición tiene mucho desgaste interno y externo, por lo que debe valorar la conveniencia de firmar un nuevo contrato.

En el Barça no tienen prisa, aunque los nervios comenzarán a partir del mes de marzo. Y lo que tienen claro es que Luis Enrique preferiría negociar contratos cortos, por lo que gana enteros la opción de que renueve solo por una temporada para dar continuidad al proyecto. Lucho siempre ha dejado claro que los contratos de entrenadores deberían ser a corto plazo para que todas las partes se sintieran más cómodas. El mensaje ha llegado al club y, si así lo prefiere, será lo que se haga.