El 'más difícil todavía' de Xavi

Ni con 0-3 en el marcador en Vigo logró el Barça imponer la jerarquía que se le supone

El reto del nuevo entrenador es mayúsculo: empieza por rescatar el orgullo y la competitividad de un equipo en derrumbe

Resumen, goles y highlights del Celta de Vigo 3-3 FC Barcelona de la jornada 13 de la Liga Santander

Javier Giraldo

Javier Giraldo

Un equipo en pleno derrumbe, apenas iluminado por algún fogonazo de los imberbes: es el panorama con el que se topará Xavi Hernández, el entrenador más reclamado y deseado de la historia reciente del Barça. No es para menos, viendo la fragilidad con la que se desmontó anoche el equipo en Vigo. Tras una primera parte espléndida, con 0-3 en el marcador, el Barça se vino abajo de mala manera después del descanso. 

En realidad, empezó a diluirse un poco antes, cuando Ansu Fati se echó la mano al muslo izquierdo, consciente de que acababa de caer nuevamente lesionado, fulminado por una especie de maldición que le impide asentarse en el equipo como el ‘crack’ que ya es.

Pero ese ‘crack’ en el muslo de Ansu anticipó un derrumbe de proporciones históricas: la segunda parte fue un cúmulo de despropósitos y el Barça se dejó empatar en la última jugada del partido. Todo lo que podía salir mal, salió mal en 45 minutos lamentables.

El Barça tocó fondo en Vigo

El Barça tocó fondo en Vigo / J. Ferrándiz

‘Jet lag’ y preocupación

A más de mil kilómetros de distancia, un hombre con ‘jet lag’ veía por televisión lo mejor y lo peor del equipo que está a punto de dirigir. 

Recién aterrizado de Catar, apenas unas horas después de que el Barça -de madrugada- confirmase su contratación, Xavi Hernández tomaba nota de las virtudes y carencias de su Barça: voluntad y empuje en la primera parte, gracias a un grupo de jóvenes que encarnan el remanente de ilusión que aún guarda la ‘gent blaugrana’. Jugadores como Gavi, Nico, Eric o Ansu han dejado de ser el futuro para ser lo mejor del presente del Barça.

En la segunda, el Barça ofreció el catálogo de horrores al que acostumbra esta temporada: descoordinado, desconcentrado, desacertado, descolocado y despistado.

Ni con 0-3 en el marcador logró el Barça imponer la jerarquía que antaño paseaba por todos los campos de LaLiga y buena parte de Europa. Le toca ahora a Xavi Hernández rescatar esa jerarquía, recuperar el orgullo perdido de un equipo a la deriva. El desafío es mayúsculo, pero si hay alguien que lo puede conseguir es precisamente Xavi.