Historia SPORT

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Un día de locos en el cierre de mercado en Can Barça

Crónica de las frenéticas últimas horas de mercado en las oficinas del Barça

"A Griezmann le cambiaríamos por el Pato Donald. No porque sea Griezmann, por su ficha. No la podemos asumir", explican desde el Barça

Saúl, Griezmann y De Jong: los tres fichajes encadenados

Saúl, Griezmann y De Jong: los tres fichajes encadenados / Perform

Ferran Correas

“Estoy reventado”, dice un miembro de la secretaría técnica del FC Barcelona después de haber dormido apenas tres o cuatro horas y haber vivido uno de los días más frenéticos que se recuerdan en las oficinas de la Ciutat Esportiva Joan Gamper. Un día que transcurrió entre bocadillos, pizzas para cenar, teléfonos, correos electrónicos y negociaciones.

Con el director de fútbol, Mateu Alemany, y el secretario técnico, Ramon Planes, como grandes protagonistas. “Nunca habíamos vivido un último día de mercado como este”, dicen desde el club.

Porque el día empezó con buena parte del trabajo hecho, pero con algunas operaciones por concretar. Y una de ellas, la salida de Antoine Griezmann, de las más difíciles que se han hecho en los últimos años. Pero era la gran prioridad del club.

Estaban bien trabajadas las salidas de Ilaix Moriba al Leipzig, de Rey Manaj al Spezia italiano y de Emerson Royal al Tottenham. De hecho, el club las hizo oficiales a media tarde.

Horas después de hacer oficial que dos de los capitanes de la plantilla, Sergio Busquets y Jordi Alba, habían pactado con el club una rebaja de sueldo que permitía la inscripción en LaLiga de Sergio Agüero, se hacía oficial la marcha de Ilaix, a las 18.12. Cuarenta minutos después se anunciaba la cesión de Rey Manaj i a las 19.25 se hacía oficial la venta de Emerson. Habiendo asumido que Pjanic iba a continuar en la plantilla, el objetivo más importante del día, teniendo claro que también se tenía que buscar una salida para Álex Collado, era deshacerse de Griezmann y traer un delantero, como había pedido Koeman.

La marcha del francés era poco menos que obligada por culpa de la desastrosa situación económica que sufre el club. Deshacerse de los casi 40 millones anuales que le costaba Griezmann al Barça era una prioridad. Sabiendo que el jugador solo admitía salir si era para volver al Atlético de Madrid, ya hace semanas se planteó un trueque que podía traer al Barça a Saúl Ñíguez.

Griezmann, condenado a salir

“A Griezmann le cambiaríamos por el Pato Donald. No porque sea Griezmann, por su ficha. No la podemos asumir”, explican desde el club. Así que Alemany planteó al Atlético de Madrid un nuevo intercambio, Griezmann por Joao Félix. Era la jugada perfecta. Adiós al francés, que tampoco convencía futbolísticamente después de sus flojos partidos contra el Athletic i el Getafe, y se reforzaba el ataque, como quería Koeman. “Aunque parezca mentira porque las informaciones decían todo lo contrario, la verdad es que hubo momentos que estuvo a punto de hacerse la operación”, explican desde el Barça. Diego Simeone dio el ok a la operación. Quería recuperar a Griezmann y no confía demasiado en Joao Félix, teniendo en cuenta que ya tenía como atacantes, antes del regreso del francés, a Luis Suárez, Correa y Matheus Cunha.

Koeman también estaba de acuerdo. Pero la operación topó con la negativa de Miguel Ángel Gil Marín, máximo dirigente del Atlético de Madrid. “Hubo un momento que se iba a hacer, pero Gil Marín se acojonó”, explican fuentes cercanas a las negociaciones. No quería dejar ir al fichaje más caro de la historia del club, 127 millones, joven y con futuro, y que después triunfase en el Barça.

El Atlético de Madrid sí aceptaba el regreso de Griezmann, así que mientras se trabajaba en concretar la salida del francés y se cumplía con el principal objetivo del día, se activaban otras opciones para traer al delantero que pedía Koeman. Hubo un ofrecimiento de Cavani que el club no contempló y un acercamiento al Leipzig, aprovechando las conversaciones por Moriba, por Dani Olmo, pero el catalán será un objetivo para más adelante. No podía el Barça asumir los 75 millones de euros que pedían los alemanes. El elegido para este curso fue Luuk de Jong.

La secretaría técnica del Barça se había interesado por el holandés semanas atrás y se activaba la operación con el ok de Koeman. Conoce al jugador de la selección holandesa y cree que es un jugador que puede ser muy útil en determinados partidos, un tipo de delantero con el que no cuenta en la plantilla. El Barça llamó sobre las seis de la tarde a Monchi, secretario técnico del Sevilla, para interesarse por De Jong.

El Sevilla quería deshacerse del jugador y su ficha porque Julen Lopetegi no contaba con él. Se acordó la cesión mientras los andaluces intentaban fichar a Seferovic. No lo consiguieron pero respetaron el acuerdo con el Barça, que estaba condicionado a que Griezmann saliese dirección el Wanda Metropolitano y que a su vez, Saúl cambiase el Atlético de Madrid por el Chelsea. El Barça acabó pactando una cesión de un año del francés con otro opcional y una opción de compra obligatoria de 40 millones de euros. La operación a tres bandas fructificó, aunque con sufrimiento. Toda la documentación llegó a LaLiga a tiempo. Antes de las doce de la noche.

Pasaron unas horas hasta que LaLiga acabó de revisar todos los papeles. Con el ok de la entidad que preside Javier Tebas, hacia las tres de la mañana, los responsables deportivos del Barça fueron abandonando la Ciutat Esportiva. A la 1.22 se oficializaba la salida de Griezmann y a las 3.30 la llegada de Luuk de Jong. Objetivo cumplido. Descanso todavía no habrá. Hay que encontrar un destino para Álex Collado después que se frustrase su salida al Sheffield United y también insistir en la marcha de Pjanic. Todavía hay ligas que tienen el mercado abierto.