Desvelamos el contrato íntegro de un entrenador histórico del Barça

Los contratos de los jugadores y entrenadores profesionales son documentos que raramente salen a la luz pública. En los medios de comunicación pueden filtrarse cantidades, condiciones o cláusulas pero es casi inédito poder mostrar al público una joya histórica de este calibre.

El contrato íntegro que hoy desvelamos en Sport es antiguo ya que corresponde al verano de 1954 pero aunque hayan pasado 69 años gran parte del contenido que desvelamos es actual. Los elementos que han quedado desfasados nos ayudan igualmente a contextualizar una época muy diferente en el ámbito social y deportivo.

El contrato que compartimos hoy con los lectores de Sport corresponde a Sandro Puppo, el entrenador que suplió a Ferdinand Daucik, uno de los técnicos más exitosos de la historia del club. Sandro Puppo se convirtió en el primer y hasta el momento único entrenador italiano de la historia blaugrana.

Los documentos inéditos de la dimisión que retrata el acoso del franquismo al Barça

La llegada de Sandro Puppo al Barça en el verano de 1954 es muy curiosa. El técnico transalpino se convirtió en un entrenador de moda tras clasificar a Turquía para el Mundial de Suiza de 1954.

Los otomanos habían eliminado a España de una manera que hoy sería impensable. Después de una eliminatoria equilibrada entre los españoles y turcos, se disputó un tercer partido que acabó con empate. Entonces la FIFA todavía no había implantado la tanda de penaltis como método de desempate y tras finalizar el partido en territorio neutral (Roma) se procedió a un sorteo que iba a decidir quién disputaría la Copa del Mundo.

La mano inocente de un niño italiano determinó que la Turquía de Sandro Puppo jugara el Mundial en detrimento de España. Fue el Mundial en el que Hungría entusiasmó al mundo pero quién acabó proclamándose campeona fue la selección alemana. Curiosamente Alemania y Turquía habían quedado empatadas en la primera fase y se jugó un encuentro de desempate que acabó con goleada de los germanos (7-2).

Sandro Puppo no pudo destronar al Real Madrid de Di Stéfano que había cogido el relevo del Barça de les Cinc Copes como el conjunto dominador del fútbol español. Algunas de sus decisiones del 'míster' italiano sorprendieron y fueron polémicas.

Puppo apenas contó en la temporada 1954-55 con un central de época como Gustau Biosca y apostó por el joven del filial Brugué. Los veteranos Basora y César tampoco entraron en sus planes y el fichaje estelar de Luisito Suárez tuvo menos protagonismo del esperado.

El gallego tuvo que ganarse el puesto disputando partidos con el España Industrial. Curiosamente Suárez coincidía en sus partidos con el equipo filial con el citado Biosca, el veterano ilustre Gonzalvo III u otros jugadores importantes como Moreno o Vila, integrantes de la delantera del Barça de les Cinc Copes. En aquella época se podía subir y bajar del primer al segundo equipo sin restricciones reglamentarias.

Pese a estas decisiones la plantilla valoraba el trato exquisito de un entrenador que sabía gestionar con tacto a sus futbolistas.

De hecho Sandro Puppo era un entrenador diferente a lo que se estilaba en aquella época. Su imagen era más propia de un profesor o de un intelectual que de un entrenador. El técnico italiano era un hombre culto y de gustos musicales excelsos: Era un maestro del violín y el piano y se convirtió en un asiduo espectador de ópera en el Teatre del Liceu de Barcelona.

Sandro Puppo no pudo celebrar ningún título siendo el entrenador del Barça. Pese a ello la directiva del Barça estaba satisfecha con su labor y le había comunicado que contaba con él para la temporada 1955-56.

Aquí es dónde ponemos en valor contar con el contrato que había firmado en Agosto de 1954 Sandro Puppo. En uno de sus apartados se explica que la duración de la relación contractual entre el italiano y el Barça era de un año pero que si ninguna de las partes decidía lo contrario se iría prorrogando cada final de temporada un año más el contrato.

En este documento al que hemos tenido acceso en el diario Sport se especifica que las partes tienen tiempo hasta 15 días antes de final de la temporada para anunciar que no quieren continuar juntos. En su época se habló de que Sandro Puppo dimitió de su cargo pero lo preciso, en base a la documentación que poseemos, es que hizo valer una de las cláusulas del contrato.

Hay aspectos concretos de este contrato que vale la pena resaltar. En el aspecto económico Sandro Puppo acordó tres vías de ingreso. Por una parte el club se comprometía a pagarle 5.000 pesetas mensuales (30 euros) y también se especifica que cobraría las primas como un jugador.

No fue hasta que llegó Helenio Herrera que se estableció que las primas por ganar y empatar partidos sería doble para el entrenador.

Con todo, la fuente principal de ingresos era una cantidad fija anual cifrada en 200.000 pesetas (1.200 euros). Hay que tener en cuenta que el sueldo medio en España en 1954 era de unas 1.800 pesetas mensuales (unos 11 euros aproximadamente).

Buena parte del texto del contrato de Sandro Puppo se extiende en las funciones del entrenador. Sorprende que se especifica que el técnico propondrá a la Comisión Deportiva quién ejercerá de capitán. En aquella época aún no se estilaba que fuera la plantilla quién escogiera a su representante. También es curioso que se le pide al entrenador que cada trimestre redacte una memoria en la que trasladará a la junta directiva las conclusiones de su experiencia y labor como entrenador.

Es también significativa la insistencia del texto contractual en remarcar que la responsabilidad del estado físico es del entrenador que "cuidará que los jugadores conserven un estado físico y atlético adecuados" E insisten en detalles concretos: "La necesaria vigilancia sobre sus costumbres, conducta y alimentación". De hecho en la parte inicial del contrato se especifica que se contrata a Sandro Puppo como "preparador físico y entrenador de los jugadores profesionales del CF Barcelona".

Estamos hablando de una época en la que no estaba dividida la función de entrenador y preparador físico y lo asumía la misma persona. Es significativo que el cargo no es de entrenador del Barça sino que es de entrenador de los jugadores del Barça.

Hay más apartados en que se incide en la responsabilidad 'paternal' del entrenador: "En los desplazamientos ejercerá una estrecha vigilancia cerca de los jugadores"

Otra cuestión que llama la atención es el secretismo que se le pide ya que se especifica que las alineaciones solo podrán darse a conocer a la Comisión de Fútbol y ya se concreta un límite en su relación con los medios de comunicación: "Se abstendrá de hacer manifestaciones verbales o escritas sobre la situación, valía y rendimiento y merecimiento de los jugadores propios o ajenos de los partidos en que intervenga o no el club, autoridades deportivas, árbitros o personas directa o indirectamente afectados a la organización...".

Por lo que podemos comprobar la censura no era exclusiva de las autoridades franquistas ya que en el contrato se especificaban los límites en la libertad de expresión del entrenador blaugrana.

Sandro puppo decidió no continuar en el Barça pese a la confianza de la junta directiva porque entendía que no había cuimplido con los objetivos deportivos del club. Puppo volvió a Italia para dirigir a la Juventus. Antes se despidió del Barça con un amistoso celebrado en Les Corts contra el Niza el 19 de junio de 1955, hace 70 años. Los jugadores obligaron a Sandro Puppo a saludar des del centro del campo y la afición blaugrana lo despidió con una sonora ovación.

Aquel día también se despedía del barça un mito como César Rodríguez. Han pasado casi siete décadas y el Barça no ha vuelto a contratar a otro entrenador italiano. El último contrato de un técnico transalpino con el Barça lo podemos leer hoy en nuestro diario.