Dembélé continúa su idilio con el gol

Dembélé cerró el año con otro gol

 El francés marcó su cuarto gol en seis jornadas / LALIGA

Toni Frieros

Toni Frieros

El francés Ousmane Dembélé continúa aprovechando la confianza que le viene otorgando Ernesto Valverde desde que sufriera el castigo de quedarse en la grada en el partido Barça-Betis. Desde aquella jornada (11 de noviembre), el extremo ambidiestro ha ido creciendo, no sin sumar nuevos casos de indisciplina, hasta el punto de hacerse con la titularidad a base de buenas actuaciones y goles importantes. Su consolidación en el once titular ha significado que Coutinho haya empezado todos los partidos posteriores desde el banquillo, un hecho inusual desde que fichara por el Barça.

Ante el Celta de Vigo, Dembélé desarrolló toda su actuación en la banda izquierda, demostrando una vez más que a él le es indiferente una u otra. Y tardó muy poco en reforzar el protagonismo que viene teniendo en los últimos tiempos. Aún sin intervenir directamente en el desarrollo de la jugada, estuvo muy atento a la acción que protagonizó Leo Messi, cuando disparó a la portería gallega para que rechaza el meta Rubén. Un rechace que Dembélé aprovechó para fusilar y abrir el marcador.

Es una buena noticia para él y para el equipo que ya sea el tercer máximo goleador del Barça después de Leo Messi (14) y Luis Suárez (11). De hecho, el francés va camino de mejorar su mejor marca personal, cuando anotó 12 goles defendiendo la camiseta del Rennes antes de dar el salto al Borussia Dortmund. Lo mejor de todo es que ha anotado tres goles en los útimos cuatro encuentros.

Este Dembélé más finalizador y más productivo intervino en casi todas las acciones ofensivas del Barça, sobre todo a la hora de asociarse con Leo Messi, con el que cada vez tiene mejor sinergias. Tan cierto como que en la segunda mitad, cuando el Barça se dedicó a sestear y a dejarle el dominio del partido al Celta, las apariciones de mérito de Ousmane cayeron en picado, hasta el punto de desaparecer, más preocupado de defender su banda que de atacar. Más que nada porque el Barça dejó de tener el balón durante muchas fases de este segundo periodo. Después de poco más de una hora, Valverde le sustituyó por Coutinho. El público del Camp Nou le despidió con una sonora ovación... y eso es una muy buena señal.