Dembélé se sale de los focos

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Dídac Peyret

Dídac Peyret

"No hay que hacer la bola muy grande con Dembélé". La frase es de Valverde y resume el sentir de los técnicos. Paciencia. Esa es la palabra que más se repite en las oficinas del club cuando se pregunta por el francés. 

Las lesiones y el peso de las expectativas han contribuido a ver una versión menor del francés, que apenas ha podido disfrutar de una mínima continuidad para sentirse cómodo en el Barça.

En verano de 2016 descartó la posibilidad de fichar por el club azulgrana, porque no se sentía preparado y porque sabía que tendría competir con Neymar.

Un verano más tarde aceptó el reto. Lo que no esperaba, entonces, es que tendría que sobreponerse a unos problemas musculares inéditos en su carrera. 

Al francés le cambió la cara. Más aún tras volver a tener que estar un mes parado una vez ya había superado una lesión de tres meses y medio. En el club recuerdan que Dembélé ni siquiera ha tenido tiempo de entrar en la dinámica de convivencia con el grupo. Y ante el Getafe dio muestras de no estar disfrutando en el campo.

El contexto no parecía el mejor (un Getafe acumulando muchos jugadores en el repliegue), pero Dembélé resbaló más de la cuenta y estuvo particularmente impreciso. El Camp Nou vio a un jugador sin ritmo de competición y que se siente incómodo con un escrutinio general al que se le somete en cada aparición.

"Ha salido en un momento en el que pensaba que podía ayudar porque es un jugador que desborda, pero quizás ha acusado la inactividad y no se ha podido ir tantas veces como hubiera querido, pero ha sido el primer paso. Posiblemente haya tenido un poco de ansiedad, pero prefiero que intente muchas cosas y que no salgan", se sinceró Valverde.

El francés ni siquiera disfrutó de pretemporada porque su fichaje se alargó más de la cuenta, una circunstancia que comprometió su plan físico. Y ahora se siente lejos de su mejor forma tras dos contratiempos en forma de lesiones.

Dembélé no actualiza las redes desde el pasado mes de enero. Es decir, desde que sufrió sus últimos problemas musculares. Esta vez ha preferido salir de los focos y no retransmitir su evolución como si hizo en sus primeros meses. Ni siquiera su regreso a los terrenos de juego aparece en su cuenta de instagram o de twitter

El Mosquito parece buscar tranquilidad para volver a jugar con naturalidad. Desde que regresó se le ha visto, asimismo, con botas negras, un recurso que utilizan los futbolistas cuando están negociando el patrocinio.  

El lunes ni siquiera apareció en la Ciutat Esportiva con problemas gástricos. Esta vez fue solo una anécdota, pero sumó un nuevo episodio a uno de los grandes interrogantes de la temporada del Barça. 

El encaje en el sistema

Antes de su primera lesión, Dembélé se encontró con un Barça que todavía seguía marcado por la huella de Neymar. Valverde optaba entonces regularmente por un 4-3-3. Un sistema en el que el francés parecía destinado a ocupar la banda izquierda.

El regreso de Messi a la posición de falso nueve, cambiaba el escenario: Dembélé optaba a ser el extremo derecho. Ocurrió que cuando regresó de su larga lesión el Barça había evolucionado a un 4-4-2. Un sistema que no parece el más propicio para el francés.

Con el 4-4-2 Dembélé queda en una posición indefinida

En primer lugar porque le exige un trabajo defensivo mucho más importante. Y en segundo porque le aleja del área. Con Messi y Suárez ocupando las dos posiciones de ataque, a Dembélé queda en una posición indefinida entre el interior (cuando el equipo defiende) y el extremo (cuando se ataca el área rival). 

Y mientras en el club no se apresuran a sacar conclusiones. Dembéle es un fichaje a largo plazo. Una apuesta de futuro con un perfil distinto al de Coutinho, un jugador mucho más hecho y acostumbrado a la máxima exigencia.