Dembélé, el delantero más anárquico y decisivo de la Liga

El gol de Dembelé no sirvió para que el Barça conservara el líderato

El gol de Dembelé no sirvió para que el Barça conservara el líderato / LALIGA

Juan Manuel Díaz

Juan Manuel Díaz

Ernesto Valverde tiene un problema (un bendito problema) con nombre y apellido: Ousmane Dembélé. El delantero francés, que la pasada semana vivió en el ojo del huracán informativo del entorno blaugrana, demostró en el Atlético-Barça (1-1) el porqué de ese debate en torno a su figura. El jugador más guadianesco y anárquico de la Liga es, también, el más decisivo en estos momentos.

Wanda Metropolitano, minuto 76 de juego del Atlético-Barça. Los colchoneros, con dos astucias cancheras y dos centros al área acogotan al Barça y se adelantan en el marcador. Ruge el coliseo rojiblanco, embriagado por una nueva muestra del 'cholismo' más puro: más por menos.

¿Qué versión?

Ernesto Valverde, entre cabreado y agobiado, cuando consigue salir del estado de shock se decide a incorporar a Ousmane Dembélé (minuto 79'). ¿Qué versión ofrecerá el joven internacional francés? ¿La de la indolencia motivada por el disgusto de la suplencia o la de la rabia picada por seguir el partido desde el banquillo?

La respuesta es su oportuna explosión de talento en el gol del empate en el minuto 90, salvando el orgullo, el partido y el liderato del Barça tras una increíble asistencia de un Leo Messi que no se demoró en las celebraciones...

Solo Stuani

La realidad es que el personaje se está comiendo a un Dembélé que, con las estadísticas en la mano, resulta el jugador más decisivo de la Liga según constataban los compañeros de la 'Cadena Ser': De sus 5 goles en la Liga, 4 han aportado al Barça 6 puntos al equipo, mientras que el de la Supercopa de España contra el Sevilla (2-1) decidió el título para los blaugrana. Solo el urtuguayo Stuani (Girona) resiste a día de hoy la comparación.

Si Dembélé es capaz de aportar esta capacidad de desequilibrio y su talento es reconocido por todos y salta a la vista, ¿Dónde está el problema, pues? En su tremenda irregularidad. O en su regularidad en la anarquía competitiva, táctica y vital, si se quiere explicar así.

Eso es lo que ha sacado de las casillas al técnico Valverde, que gestiona el día a día como puede; a los pesos pesados del vestuario (Piqué, Luis Suárez...) que no han dudado en darle un toque de atención público, y al club y a la dirección deportiva (Guillermo Amor, Pep Segura) que siguen pensando que hay que pulir, como sea, un diamante en bruto de más de 100 millones de euros.

NÚMEROS DE CRACK

Valverde ha contado con Dembélé en 16 de los 19 partidos oficiales, aportando 7 goles y 1 asistencia. Es cierto, Ousmane ha purgado su irregularidad frente a Tottenham, Inter de Milán y, más claramente, contra el Real Betis. Pero en la Liga ha participado en 12 de los 13 encuentros y fue titular en 8 de ellos.

Sus registros en el campeonato son 1 asistencia y 5 goles que marcó en 10 tiros a puerta de sus 19 intentos. Es decir, el 25 % de los disparos de Ousmane son gol. Si además esos goles los consigue en campo contrario (4), cuando a más de una estrella se le atasca el gatillo, y en momentos en los que se deciden los triunfos y los puntos...

El handicap: Dembélé aportó 2 puntos contra el Valladolid (0-1, Jornada 2) y otros 2 puntos frente a la Real Sociedad (1-2, Jornada 4). Y no volvió a ser decisivo hasta la Jornada 11 (Vallecas, 2-2) y la Jornada 13 (Atlético,1-1). En medio, otras seis jornadas de Liga en las que pasaron cosas como la lesión de Messi...

eso es lo que le piden a Osumane Dembélé en el Barça, más allá de ser puntual en los entrenamientos: que sea capaz de mantenerse de manera regular más cerca de la excelencia, que cambie los periodos de relajación e indolencia por competitividad y trabajo en grupo. Ejemplos y maestros tiene en la plantilla.