Griezmann, cara a cara ante su decisión

Griezmann: "Quiero ganar el Balón de Oro"

 El francés no oculta su ilusión de ganar el reconocimiento y admite que en Francia existe "obsesión" con el tema / Perform

Dídac Peyret

Dídac Peyret

"Ahora ya me siento en la misma mesa que Messi y Cristiano Ronaldo". Antoine Griezmann tuvo un ataque de ego el pasado mes de septiembre. El arrebato estaba justificado. En apenas unos meses había rechazado al Barça, ganado un Mundial y su cuenta corriente pasaba a estar a la altura de los mejores. 

Ya lo avisó Deschamps -mientras sus jugadores lo empapaban de agua- tras salir campeón: cuando ganas algo así nada vuelve a ser como antes. "Todo será diferente a partir de ahora. No quiero decir que esto vaya a cambiar la profesionalidad de los jugadores. Pero cuando eres campeón del mundo no hay nada más".

Pero antes de que eso ocurriera, el Principito tuvo en vilo al fútbol español con 'La Decisión'. Todo parecía listo para que dejara el Atlético y diera el salto definitivo de su carrera: el Barça de Messi, uno de sus grandes ídolos. Pero el desenlace dejó frío al barcelonismo: "He decidido quedarme", soltó en 'prime time' el 15 de junio.

Tantas dudas tuvo el francés que había dos versiones grabadas del documental. Una, la que se emitió, dando sus razones para seguir. Y otra, explicando los motivos para irse. Griezmann se marcó un momento Groucho ("estos son mis principios; si no les gustan, tengo otros").

La manera, un documental ampliamente publicitado con la complicidad de Piqué, fue un éxito mediático. En él vimos a un Griezmann superado por las dudas con una narrativa muy dirigida al empaque épico. Todo el mundo estuvo pendiente del momento con una fórmula que ya había usado antes Lebron James.  

"Me molesta no tenerlo claro. No sé lo que necesito.Sólo yo sé lo que está pasando y lo que pienso", reconoce. Y le da vueltas una y otra vez. "Todo el mundo me dice vete, vete, y como que no sé, estoy esperando algo del Atlético. En el club piensan que lo tengo todo hecho y firmado, pero no es así [...] Siento que aún tengo cosas que hacer aquí". 

También su mujer, a la que reconoce como 'la jefa', decía la suya  ("si ganas la Champions con el Barça serás uno más, si lo consigues con el Atlético harás historia"). Pero sobre todo la sensación que dejaba el jugador era que se sentía en deuda con su entrenador y compañeros.

Lo explicó con un ejemplo: el 20 de mayo la afición le pita en el último partido de Liga. Se termina el encuentro. Simeone se acerca a su casa. También algunos compañeros. "Me vieron tan jodido que me vinieron a dar ánimos". Lo que no se menciona es que el Atlético lo convierte en uno de los mejor pagados del mundo. 

Al final no bastaron los mensajes de Messi y Suárez. Es más: recientemente dejó entrever que estar a la sombra del argentino fue uno de los motivos para seguir en el Atlético.

"Todo el mundo me decía, 'vete al Barça', pero voy a demostrar que no me he equivocado"

A Griezmann siempre le gustó ser protagonista y verse entre flashes (Beckham ha sido y es uno de sus grandes referentes). Entre marcar un gol en una final de Champions y no quedarse calvo escoge la segunda opción. Tampoco esconde que siente que este año merece ganar el Balón de Oro.

"Fui criticado en Francia por decirlo. En España no tuve ningún comentario al respecto, en otros países tampoco. Es un premio individual y dicen que soy egoísta, que sólo pienso en mí mismo, pero no estoy obsesionado con el Balón de Oro".    

En el Wanda con Suárez, Messi (¿y Dembélé?)

En el Mundial el ariete del Barça ya envió un mensaje al jugador Atlético cuando se midieron sus selecciones. "Por más que diga que es medio uruguayo, es francés y no sabe lo que es el sentimiento uruguayo. Él no sabe la entrega que tenemos para triunfar en el fútbol con los pocos que somos. Tendrá sus costumbres y su forma de hablar uruguayo, pero nosotros sentimos de otra manera”.

Francia se impuso a Uruguay y a Argentina, otro elemento más para ver cómo reaccionan los astros del Barça en el Wanda. También podría encontrarse a Dembélé, uno de sus grandes amigos de la seleccón. Con el extremo puede pasarse horas jugando a la Playstation o marcarse un baile a ritmo de reguetón.

A los dos les encanta divertirse y bromear en el grupo. Los dos se sienten chicos de barrio. "No quiero ser la mascota. Solo un compañero. No quiero construirme un personaje. Solo tengo ganas de reírme con todo el mundo. Soy un tio positivo", explicaba Griezmann a 'L'Equipe' en sus inicios en la selección.  

De momento Griezmann ha comenzado la temporada de menos a más como de costumbre. Con ocho goles (3 en la Liga) y una mejora considerable en los últimos encuentros.  

El delantero rojiblanco aún no ha marcado en Liga al Barça. Sí lo hizo en dos duelos de la Liga de Campeones. El Wanda disfrutará el sábado de un Griezmann rojiblanco.

La historia pudo haber sido otra (del cariño al renocor del despecho), pero el francés trata de reafirmarse una vez en la gran decisión de su vida. "Voy a demostrar que no me he equivocado".