La primera parte fue buena; la segunda, nada de eso

Un error arruinó el debut de Bravo con el Barça

Claudio Bravo no tuvo un debut soñado con la camiseta del Barça. Un fallo garrafal en el gol del Nápoles estropeó su partido

Bravo disputó su primer partido con el Barça

Bravo disputó su primer partido con el Barça / sport

Miki Soria

Claudio Bravo era el único de los tres porteros del Barça que no había jugado ni un minuto en lo que va de pretemporada y ante el Nápoles tuvo por fin su oportunidad.

El guardameta chileno, fichado de la Real Sociedad este verano por 12 millones de euros, demostró un buen nivel durante la primera parte, aunque en la segunda mitad no estuvo nada afortunado y acabó siendo decisivo en la derrota azulgrana.

Una de cal y otra de arena

La primera parte de Claudio Bravo fue buena. Su primera intervención de mérito -y casi la única por la poca presencia ofensiva del Nápoles- llegó en el minuto 13. Una falta centrada al área la remató de cabeza Hamsik a la izquierda del portero chileno, que saltó con potencia y consiguió desviar el balón a córner con una gran parada. Con los pies se mostró solvente en la primera mitad, sin complicarse la vida, pero bastante seguro.

En la segunda mitad, sin embargo, el portero chileno estuvo desafortunado y un error suyo provocó que el Nápoles se llevara la victoria en el amistoso. Dzemaili probó fortuna con un tiro desde lejos que cogió a Bravo adelantado y mal colocado. El portero intentó desviar el balón, pero lo hizo sin fuerza y éste terminó en el fondo de la portería azulgrana. 

Tampoco estuvo mejor con el juego de pies en la segunda mitad. La seguridad mostrada en el inicio de partido no tuvo continuidad en la recta final y comprometió algún balón en defensa después de un mal rechace, como pasó en la jugada del gol. En general, por tanto, no fue un buen debut el del cancerbero chileno.