Dani Martín: "Sería pornográfico ver a Messi y Suárez en el Atlético"

Dani Martín: "Sería pornográfico ver a Messi y Suárez en el Atlético"

Dani Martín: "Sería pornográfico ver a Messi y Suárez en el Atlético" / Maite Jiménez

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Dani Martín (43 años, San Sebastián de los Reyes) se reconoce en el síndrome del impostor. Desde hace años libra una batalla contra sus inseguridades. Antes de sacar un disco tiene el miedo recurrente de que nadie va a escucharlo, aunque la realidad lo desmienta con rotundidad. Algo parecido le pasa con su último trabajo 'Lo que me dé la gana' (Sony Music), el más ecléctico de su discografía.

Pero esos miedos, dice, también le han salvado la vida y han evitado que el éxito lo convirtiera en un cretino. Él se identifica con el sentimiento Atlético. Las cosas no salen siempre cómo quieres pero hay que lucharlas.  

¿Qué le queda de fachada a Dani Martín?

Bueno, queda mi actitud cuando subo al escenario. No soy un gran guitarrista. No sé escribir de manera intelectual. No tengo una gran voz. Pero sé hacer todo lo demás [risas]. Llevo toda la vida centrado en lo que no soy y dejando de lado todo lo positivo que tiene mi persona. Que es todo lo demás y es mucho más. Los seres humanos nos quedamos siempre pensando en aquello que no somos capaces de hacer en vez de todo lo otro que tenemos.

¿Por qué crees que te metes tanta caña?

Primero porque soy una persona irracional y tengo muchos pensamientos irracionales. Segundo porque soy una persona muy insegura. Y creo que, por todo eso, soy artista. Casi todos los artistas que conozco están así de tarados [risas]. A veces le digo a Leiva: '¡Qué canción más bonita!' Y en lugar de decirme: 'Gracias, tío'. Me dice: '¿Sí, en serio, te ha parecido? Sí, tío, te estoy diciendo qué canción más bonita. Vivimos un poco en esa mierda todo el día metidos. Pero ese tipo de cosas también te salvan de creerte el rey del mundo. El miedo puede ser positivo para esas cosas.

¿De qué te salvó el miedo en la época más salvaje de El Canto del Loco?

De muchas cosas. Tanto de las drogas como del vacío que te puede dejar tener relaciones cada día con una persona distinta. De creerme que era la hostia. Que era Dios. Que era el mejor cantando. Que, por llenar los sitios, tal y cual. Lo que estoy trabajando ahora es quedarme con la realidad. No ir más allá. Tampoco hace falta inventar cosas que vayan en mi contra. Como pensar que este disco va salir y no va a vender nada. O que no va a querer ir nadie ya a verme. He llegado a creerme ese tipo de situaciones. 

Pero la realidad te lo desmiente….

Efectivamente. Por eso a día de hoy no pienso tanto el tiempo en eso. También he sufrido mucho el síndrome del impostor. Un montón. Como que no me creo que valga que me siga tanta gente.

¿Has notado la crisis de los cuarenta?

Echo de menos la de los treinta [risas] ¿Dónde está esa crisis de los treinta? Me encantaría tenerla. Mira, a mí la edad me da igual. Siento más ilusión ahora por la vida que cuando tenía 20 años. Antes la vida para mí era como un botellón y ahora es disfrutar de un vino que esté riquísimo. Lo otro es emborracharte. Así que no. No he tenido ninguna crisis de los cuarenta. Al menos que yo sepa [sonríe]. 

"Mi padre es mi capitán; el fútbol ha sido siempre un lugar de vínculo con él"

Tu visión del amor está muy vinculada a la euforia del enamoramiento y lo difícil que te resulta gestionar lo que viene después… ¿Eso se cura con los años?

Lo que viene después es un buen título, ¿eh? [sonríe]. Me gusta. Estoy trabajando en ello. Es difícil porque soy muy pasional, muy emocional. Pero estoy trabajando desde hace un año en querer ser feliz. Vivir siempre en la triple voltereta y salto mortal es una enajenación mental transitoria. Lo que viene después es la realidad. Tal vez haya dedicado el cien por cien de mi vida a la música ¿Sabes? He estado metido en mi proyecto a muerte. Y ha habido muy poco huequito para trabajar todo eso. Y saber que, parte de la autoestima de mi vida, tiene que venir también por tener una compañera, por formar una familia. Ojalá no me quede solo como una vieja llena de gatos alrededor como dice Sabina [sonríe].

Hablas mucho de este trabajo, ¿haces terapia?

Sí, hago terapia. Es como una cajita de herramientas que tengo ahí para no engancharme a esos pensamientos irracionales. Para ser capaz de escuchar más. Para que salga el Dani más humano y no tanto el artista. Cosas así.  

En el disco hay una canción que se llama ‘Capitán’ con algún guiño al Atlético, ¿pensabas en algún jugador en particular?

Es una canción dedicada a mi padre. Y metafóricamente entra el Atleti. Todo lo que mi padre ha hecho por nuestra familia tiene mucho de sentimiento atlético. Ha bajado a Segunda. Ha subido a Primera. Ha sacado de banda. Ha ido a rematar. Y ha vuelto a poner la pelota en el centro del campo porque íbamos perdiendo. Es nuestro capitán. Y mi madre la capitana por supuesto. 

¿Qué significa para ti ver el fútbol con tu padre?

Desde los once años hemos ido juntos al fútbol. Es nuestro domingo y significa mucho para mí. Es el día donde el vínculo se ha hecho cada vez más grande. Es el lugar donde mi padre y yo hablamos. Donde yo le pregunto cómo estás. Dónde él me pregunto cómo me siento. Esa media hora yendo al estadio. Esa media hora esperando a que empiece el partido. Mientras vemos el fútbol mi padre es el jefe. Él me cuenta. Yo le escucho siempre. Él me dice: va a salir Diego Costa. No me saca ningún secreto. Pero en lugar de decirle que yo también lo estoy viendo, le digo: sí, sí, va a salir Diego Costa. Y eso a él le hace sentir muy bien.

"Luis Suárez es como tener un Sergio Ramos en la otra área"

¿Qué recuerdos te quedan de esos años cuando jugabas de pequeño, ¿lo disfrutabas o lo sufrías?

He jugado en cuatro equipos desde pequeño. No destacaba pero me encantaba. Jugaba de delantero. Sufría un poco porque jugaba de reserva las primeras partes. Y salía como en el minuto 12 de la segunda. Yo es que era muy pequeñito. Hasta los 18 no di el estirón y tampoco dio para mucho [sonríe]. Los otros siempre eran más fuertes, más grandes. Me sentía un poco estorbo. Pero bueno, luego, ya más mayor, montamos un equipo de fútbol sala y quedé de segundo goleador. Y ahora estoy jugando en un equipo de lateral derecho. 

¿Es un equipo de músicos?

No. Casi todos exjugadores. Está Kiko, Tote, Nacho Jara, que jugó en Las Palmas... Casquero. Julio, que jugó en el Interviu y fue campeón del mundo… A lo mejor a ellos no les apetece que cuente esto, pero yo me siento muy orgulloso de nuestro equipo [sonríe]. Es una superilusión para nosotros jugar el sábado. Jugamos a fútbol siete. Te levantas por la mañana a las nueve. Haces tu bolsa y te vas a jugar al fútbol. Es increíble.  Es como si fuéramos niños otra vez. Luego comemos y nos cocemos como ratas [carcajadas]. Eso es lo mejor del día.

A veces has contado que tu casa de Zahara de la Sierra (Cádiz) se ha convertido en el mejor lugar para componer junto a gente como  Leiva o  Iván Ferreiro…. ¿hay alguno que tenga un talento especial con la pelota?

Bua, Leiva juega muy bien al fútbol. De hecho, le llaman Leiva por Leivinha, el jugador de fútbol. Y ahí jugamos al fútbol, pero jugamos con los niños del pueblo. En Zahara ya somos una parte más del decorado del pueblo [risas]. Jugamos con los muchachos y lo pasamos genial.

El gran fichaje del Atlético esta temporada ha sido Luis Suárez, ¿te ilusiona?

¿No ves mi cara? [sonríe]. Es un tipo que juega muy bien en esa posición de delantero centro. El Atleti necesitaba eso. Y lo que necesitamos ahora es alguien que le pase balones. Falta alguien muy top en el centro del campo. Una conexión con la delantera. Y construir un poco más jugando al fútbol.  Sería maravilloso que jugara más Jao Felix. Alguien que ayudara más a Koke. Un arquitecto.

¿Qué es lo que te llama más la atención de Suárez?

Que es como Simeone pero de delantero. Es un tipo que no pierde la fe, que va a por todas las bolas. Está metido todo el rato. Es un ganador, un luchador y un guerrero. Es como Sergio Ramos pero jugando en la otra área. Tiene esa cosa uruguaya como Godín o Giménez. Me encanta. A ver si este chico que se queda sin contrato el año que viene se quiere venir también, que creo que se llevan muy bien.

Ver a Messi y Suárez en el Wanda sería algo muy gordo.... 

Me parecería pornográfico [sonríe]. Sería increíble. Pondría dinero de mi bolsillo para la ficha de Messi.  

En Barcelona se está hablando mucho del encaje de Griezmann; ¿qué crees que está fallando con el francés?

El otro día, después de jugar con Francia, hizo unas declaraciones. Y creo que dejó una perlita ahí muy clara. Que su posición no es la deseada en el Barça. Creo que si jugara en esa posición jugaría mucho mejor. Es un pedazo de jugador. Un crack. Espero que poco a poco vaya encontrando su sitio.

¿Crees que se le interpreta bien?

No le conozco pero sí que adivino un poco de timidez y de juventud. Seamos sinceros. Son chavales de veinte años ganando 24 millones de euros netos al año que salen cada día en los diarios. Y es difícil manejar eso. Sé que alguien dirá: lo que es difícil es manejar un pico en una mina. Sí, genial. Pero me refiero a la cabeza ¿Cómo maneja un chico de esa edad ganar ese dinero y que todo el mundo hable de ti todo el día?  Hay que tener una base de hormigón que te sostenga para ser una persona normal.

¿Qué jugadores has conocido de cerca y cuál te ha llamado más la atención?

He conocido a Fernando Torres, a Raúl García, a Antonio López, a Futre, a Koke...  Koke es humildad, humildad y humildad. Y creo que eso viene por los valores de su familia. Es un luchador es un tipo que no hace espectáculos. Hay de todo, hay jugadores más payasetes y otros más humildes. Pero insisto que su posición no debe ser fácil. Yo no me cambiaría por un futbolista.

La última, un jugador fetiche...

Futre. Es como mi Dios de la infancia. Mi ídolo de la adolescencia. El que me hizo ver que el equipo que quería podía marcar goles. Nos devolvió la ilusión y algo de carisma. Amo a Futre.