Dani Alves: "Si el Barça cree que me necesita solo tiene que llamarme"

Dani Alves atiende la llamada de SPORT para hablar de presente y de futuro

"El único lugar en este mundo donde tengo casa es en Barcelona", asegura

Daniel Alves condiciona su vuelta al Sao Paulo al pago de millonaria deuda

Daniel Alves condiciona su vuelta al Sao Paulo al pago de millonaria deuda / EFE

Joaquim Piera

Joaquim Piera

"El único lugar en este mundo donde tengo casa es en Barcelona", dice Dani Alves. Y "desde mi casita" el lateral brasileño atiende la llamada de SPORT para hablar de presente y de futuro. Y para reconocer que no tendría ningún problema en regresar al Barça: "Si el Barça cree que me necesita solo tiene que llamarme".

¿Qué hace ahora Dani Alves?

Estuve prácticamente dos años sin vacaciones porque enlacé una temporada con otra en Brasil a causa de la pandemia y del calendario. Después de romper el contrato con el Sao Paulo, me quedé libre y decidí hacer vacaciones y optimizar unos temas pendientes. Y, en la medida de lo posible, entreno esperando a que el mercado abra para firmar por un nuevo equipo.

¿Qué perfil de club busca?

Siempre busco un club que evidentemente me permita competir con los grandes, luchar por títulos y hacer transformaciones allá donde esté. No me planteo otro escenario que no sea este. Fue por este motivo que elegí el Sevilla, el Barcelona, y todos los lugares por donde pasé. Quiero aportar una mentalidad ganadora, luchadora y consciente allá dónde vaya. Si el lugar ya lo tuvo y lo perdió, pues intentar retomarlo.

¿Es lo que hizo en el Sao Paulo?

Regresé a Brasil por un sueño, pero también por la chance de sacar a un equipo que estaba tantos años sin conseguir un título y la misión fue cumplida. Y ahora estoy libre en el mercado. Insisto, si tengo que ir a un lugar pensando que no voy a luchar por una competición, mejor me quedo en mi casa.

En el Sao Paulo jugó 95 partidos en dos años. ¿Se ve jugando dos veces por semana a los 38 años?

Las condiciones físicas responden por mí. Llegó un momento en el Sao Paulo que jugábamos día sí y día no. Estoy recogiendo lo que he sembrado toda mi vida, que es el respeto a la profesión, la disciplina y el cuidado que uno tiene que tener... es lo que me permitió competir en los Juegos Olímpicos con chicos de 18 o 20 años y tener un buen desempeño. Al fin y al cabo la competición está en la sangre, independientemente de lo que piensen desde fuera.

Muchos a su edad o están jubilados o jugando en categorías sin tanta exigencia...

Siempre fui luchando y callando bocas, porque las bocas hablan demasiado y todo depende de ti. Cuando salí del Barça me dijeron que ya tenía una edad, fui a la Juve y tuve un buen desempeño y gané, me fui al PSG, lo mismo, hablaban de la edad. Después fui a la Copa América 2019 con la selección brasileña, la gané y hice lo mismo con el Sao Paulo y en los Juegos Olímpicos. Esa es mi vida. Me da igual lo que piensen, porque siempre voy a ser competitivo. No me creo mejor que nadie, pero confío en mi trabajo, en mi dedicación y en mi preparación para encarar todos mis retos. Esta es la base de toda mi trayectoria.

¿Corre igual o corre mejor porque sabe cuándo tiene que administrarse?

Yo siempre les decía a mis compañeros que corrí en Brasil lo que no había corrido nunca en mi vida (sonríe). Muchas veces hacía esfuerzos desproporcionales pero uno se adapta a los staff y a los compañeros que tiene. En Europa, yo jugaba con más control de juego, del balón. Es cierto que uno aprende a moderar los esfuerzos para hacerlos bien.

¿Sigue en activo porque quiere estar en el Mundial de Catar? ¿Es la energía que le lleva a entrenar cada día?

Eso es lo que me mueve. Uno tiene que tener objetivos y sueños, porque sin sueños no hay vida. En la construcción de mi trayectoria y me carrera siempre me puse los objetivos a medio y corto plazo. La vida te va ofreciendo mejores oportunidades de lo que imaginas, como ir a unos Juegos y ganar el oro. Yo me estaba preparando para lo que viniera. En mi subconsciente hay la espinita de no haber ido al Mundial 2018 y de saber que si uno se cuida puede competir.

¿Mantiene la misma motivación?

Muchas veces uno deja de jugar no por la parte física sino porque lo han destrozado mentalmente. Y esto es una de las cosas que tengo más fuerte: yo decido cuando empiezo y yo decido cuando acabo. Y durante el camino hay que vivirlo intensamente, que es lo que yo hago. Yo sé que si voy a competir en un equipo esto es lo que me va a llevar al Mundial.

Es agente libre, dice que quiere luchar por títulos y ejerció un liderazgo positivo con jugadores jóvenes en el Sao Paulo y en la Seleçao olímpica. ¿No cree que tiene el perfil de lo que el Barça necesitaría ahora?

Sonaría muy ventajista decir que ahora el Barça me necesita. Yo siempre dije que me fui porque vi que las cosas no estaban como yo creía que deberían estar. Cuando uno hace una historia tan lida y respeta mucho esta casa y se ha dejado la vida por ella, no quiere ver que la gente se está cargando esto, no quiere ser cómplice de esto. Yo salí y avisé. Y salí diciendo que cuando el Barça me necesitara y me quisiera yo estaría a su disposición independientemente de donde estuviera. Es demasiado el cariño, el amor y el respeto que tengo por esta casa. Si el Barça piensa que me necesita solo tiene que llamarme.

¿Qué puede aportar?

Yo sigo pensando que puedo aportar en cualquier lugar, pero más en el Barça por la cantidad de jóvenes que tiene ahora. En todos los lugares en los que he ido siempre he pensado que la mezcla perfecta es la experiencia con la juventud. Va a llegar un momento en el que la juventud va a madurar y los de más edad lo dejan. Es un ciclo natural, pero en el fútbol se han ido cometiendo errores y este proceso se ha acelerado. Los procesos no se pueden acelerar. La mezcla es fundamental. Nosotros ya fuimos jóvenes y no estábamos preparados para defender una responsabilidad tan grande como es defender el Barça, por más bola que le den y por más que se hable sobre ellos. Todo es novedad. Es la mezcla de los dos lo que da equilibrio y posibilidad para luchar por grandes cosas.

El presidente que le fichó en su día, ahora volvió...

Joan sabe todo lo que pienso de él y de todo lo que ha hecho para el Barça y para todos nosotros. No es ninguna novedad. Es explícito y siempre lo he declarado. Me alegro muchísimo de que esté al frente otra vez. Le dejaron un problema pero si creo que hay alguien capacitado para solucionar, este es Joan. Ya lo hizo en otras ocasiones pero ahora le pusieron el listón un poco más alto.

¿Cómo ve el momento actual del Barça?

Hay que pensar que También es un reto para el presidente volver a poner al Barça en el lugar donde se merece. Es un proceso arduo donde tienes que jugar limpio con la gente que sigue al Barça y lo ama. Es una etapa de transición, de dificultad y hay que dejarlo bien claro. La dificultad viene para probar cuál es tu grandeza y tu capacidad. Y el Barça volverá... puede ser en medio año, en tres meses, en un año, pero volverá porque siempre volvió y no va a ser ahora que no lo conseguirá. Los que amamos la casa estamos dispuestos a ayudar de alguna forma para que el club recupere ese poderío, esa filosofía de conexión entre todos que enamoró a todo el mundo.

¿Un año de transición es un año perdido?

No lo creo. Los años perdidos es cuando alguien va hundiendo al equipo, cuando uno asume un compromiso y lo deja peor. Todo el mundo va a tener que afrontar una transición en su vida. La clave es cómo estarás en un año, allí se va a ver si ha sido un año perdido o ganado. Cuanto más pase el tiempo, si no se trae una solución a esa transición será mucho más amarga y dura porque en lugar de un año tardarás cuatro o cinco. Aquí hay una oportunidad para la junta directiva de este Barça que tantas cosas maravillosas ha vivido de volver a meter la cabeza arriba.

Lo de hundir al equipo que comenta, ¿es lo que acabó forzando la salida primero de Neymar y después de Leo Messi?

No quiero poner el dedo en la llaga, pero el Barça ha ido perdiendo mucho más que esto, que ya es el final de lo absurdo. Se tendría que haber hecho cualquier esfuerzo para que siguieran aquí. Muchas veces no es solo una cuestión de fútbol sino del respeto que pones por todo lo que te han dado. Todo se ha ido desgastando... pero uno necesita sentirse querido y cuando no es así empieza a plantearse otras cosas.

¿Es lo que le pasó a usted?

Cuando salí, yo avisé, la gente me tomó por loco, como si no quisiera estar aquí. Un año atrás no querían venir a renovar conmigo, conseguimos el Triplete otra vez, fueron sancionados y, por eso, intentaron renovarme, pero no querían porque los bastidores hablan, las informaciones llegan. Cuando se quedaron sin salida, vieron a renovar y yo dije "¿pero qué pasa aquí? yo camino con mis propios pies" y tenía otras opciones grandes para ir. Nadie me va a echar, yo me voy a ir, por eso puse la cláusula de salir cuando quisiera cuando firmé por dos años.

¿Por qué accionó esa cláusula?

No quería que me echaran como si fuera un producto desechable: te he utilizado, te he extraído y ahora pues mira, no me interesa por cualquiera de los intereses que sea. Bastante valiente fui en mi vida para aceptar ese tipo de cosas. Después las cosas fueron sucediendo y mira hasta qué punto llegamos. Uno quiere formar parte de un proyecto que construye, no de lo desastroso que se puede llegar a ser después de lo grandioso que fuimos.