D10S resucitó al Barça en La Catedral

Leo Messi, el mejor en San Mamés, jugó un partidazo que permite al equipo soñar con LaLiga

Los blaugrana dejaron en una anécdota el gol inicial de Iñaki Williams con un fútbol solidario y ofensivo

Messi alcanza al pichichi con su segundo tanto ante el Athletic Club

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

El Barça salió a un San Mamés frío, muy frío (por la temperatura y porque su gente estaba en casa) con ganas de fiesta. Koeman alineó a un equipo sin Braithwaite, pero con Griezmann, aunque más allá de los nombres la actitud era la que tocaba. Y eso siempre es lo más importante. Sobre todo cuando te enfrentas a equipos que lo ponen todo, como demostró con el gol inicial de Williams.

Athletic - Barça

LALIGA SANTANDER

2
3
Alineaciones
ATHLETIC
Unai Simón, Capa, Unai Núñez, Iñigo Martínez, Yuri Berchiche (Balenziaga, 32'), De Marcos (Berenguer, 65'), Vencedor, Vesga (Dani García, 65'), Muniain, Raúl García (Morcillo, 80') e Iñaki Williams.
FC BARCELONA
Ter Stegen, Dest (Mingueza, 75'), Araujo, Lenglet, Jordi Alba, Busquets, De Jong, Dembélé (Braithwaite, 75'), Messi, Pedri y Griezmann.

No habían pasado ni cuatro minutos cuando el delantero vasco aprovechó una contra y se plantó solo ante Ter Stegen. Le superó por bajo y sin demasiados problemas. El Athletic se avanzaba en el marcador y el Barça parecía repetir las sensaciones de otros encuentros a domicilio en los que lo más parecido al optimismo era poder volver a casa sin rasguños. No fue el caso. Los de Koeman encajaron el gol como una ofensa. La realidad es que, antes del mismo, ya estaban poniendo todo lo que debe ponerse para ganar los partidos, pero tras el gol la intensidad fue mayor.

Y gracias a ello, gracias a que Messi creyó, a que Pedri empujó como siempre y Griezmann disfrutaba, se dio la vuelta al marcador. Primero fue Dembélé, un tío muy molesto porque no sabes nunca por dónde va a salir, quien probó a Unai Simón. Luego fue Dest, que llegó a lo Dani Alves tras jugada de Messi y dejada de Antoine. Pero fue un desplazamiento de Leo al segundo palo echado atrás por Griezmann el que aprovechó Pedri para empatar de cabea. Solo y a placer.

Luego, porque de eso va la cosa, el tinerfeño, una raza de futbolista que habría que convertir en patrimonio de la humanidad, la dejó atrás para que Leo hiciera el segundo. Lo mejor de toda la jugada, los brazos abiertos de Messi esperando que llegara el puto amo para abrazarle. Como dice Álex Castellote, un amigo mío, "si Messi se queda, será por Pedri".

Pero no había nada hecho. Ter Stegen se hartaba, nada más arrancar el segundo tiempo, de gritar a sus compañeros. Araujo evitó un gol prácticamente cantando con un rechace a centro de Balenziaga y luego Raúl García la envió fuera en un centro por la derecha. Hemos venido a LaLiga a sufrir. Eso es así.

Leo Messi marcó el tercero tras una asistencia de De Jong, pero el árbitro lo anuló correctamente por fuera de juego. O eso pareció desde la tribuna de prensa. Así fue. Los vascos apretaban más que en el primer tiempo y el Barça salía tímido, pero siempre peligroso... Balón de Dembélé a Messi en la frontal, que la puso a la madera de rosca. Ojo, que empieza a precisar y eso es señal inequívoca de que la cosa va bien. Hizo la teoría ley cuando, tras una dejada de Griezmann, hizo el tercero. Messi gritó en San Mamés que LaLiga es posible, que no hay nada perdido. "Paraula de Déu, us lloem senyor". Lo mejor de todo, el abrazo con Antoine. Algo ha cambiado. Ya lo habíamos visto en el hotel de concentración en Bilbao, pero quedó demostrado ante el Athletic.

Antes de acabar el partido, la imagen del partido: Messi pierde un balón tras un pase defectuoso que acaba en gol de Muniain. El gesto del capitán tras saber que el segundo del Athletic lo había provocado, en parte, él, lo dijo todo. Un gesto de rabia, de esa que sale de dentro. HAY LIGA.