El curioso centenario que celebran hoy Iniesta y Messi

Jordi Gil

Jordi Gil

El Estadio Olímpico de Roma será el marco en que Andrés Iniesta y Leo Messi escriban un capítulo especial de su particular historia. El estadio romano albergará el encuentro número 100 en Europa en el que el capitán y el crack argentino coincidan sobre un terreno de juego defendiendo la camiseta del Barça. Un camino largo que inició Andrés en 2002 en Brujas y que ambos continúan trazando con éxito.

El manchego debutó en la Champions dos años antes de lo que hiciera Messi. Desde entonces ha participado en 131 partidos, 129 de la fase final y dos encuentros de la fase previa. Leo tuvo su primera oportunidad en diciembre del 2004 en Donetsk.

Era un partido intrascendente de la liguilla en el que Frank Rijkaard dio la oportunidad a jóvenes como el propio Messi, Javito o Verdú. Fue el debut de Messi en Champions y Andrés estuvo en ese mismo once. Han transcurrido 14 años y ambos continúan disfrutando de jugar la mejor competición de clubs del mundo uno al lado del otro.

Messi ha disputado 124 partidos, 7 menos que Andrés, pero le quedan muchos capítulos aún por relatar en el Barça.

el futuro de Andrés

La trayectoria del capitán, por su lado, se está acortando. Antes del 30 de abril debe decidir si se desvincula del Barça a final de temporada para iniciar una aventura en el fútbol chino. De cofirmarse su marcha, estaría afrontando uno de sus últimos partidos de la Champions, aunque el manchego prefiere no darle muchas vueltas esta circunstancia y poner los cinco sentidos en el partido ante la Roma.

Andrés y Leo han vivido enormes alegrías en la Champions, pero las dos últimas eliminaciones en cuartos de final les causaron una gran decepción y tratarán de rematar hoy el pase a semifinales. Los futbolistas quieren volver a experimentar la agradable sensación de estar cerca del título y pelar por la que sería su quinta Champions.

Han ganado cuatro conjuntamente, si bien Leo no participó en la final del 2006, y suspiran por llegar a Kiev y alzar el título más ansiado por la plantilla barcelonista.