Cura de humildad en el Bernabéu

El Barça bajó al barro con un fútbol alejado de sus principios para bajar los humos al Real Madrid

Los de Xavi asumieron sus debilidades ante un conjunto blanco convencido de la humillación

Resumen, goles y highlights del Real Madrid 0 - 1 FC Barcelona de la ida de semifinales de la Copa del Rey

Resumen, goles y highlights del Real Madrid 0 - 1 FC Barcelona de la ida de semifinales de la Copa del Rey / RFEF

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Estaba todo listo para, prácticamente, invadir Cibeles tras el baño que el Real Madrid le iba a dar al Barça en el Santiago Bernabéu. El campo lleno, la afición entregada y los blaugrana, con lo puesto. ¿Qué podía salir mal? Nada, absolutamente nada porque, además, Xavi les había entregado con muchísima generosidad el papel de favoritos y los blancos nunca rechazan sentirse superiores frente a nadie. Les gusta mirarse al espejo y sentirse los más guapos de la fiesta. Tanto interiorizaron su papel en la previa que ni siquiera se molestaron a pensar que, al otro lado de su paraíso artificial, esperaba el único equipo al que, lejos de intimidarle, Chamartín extrae lo mejor de él: el Futbol Club Barcelona.

El Barça llegaba sin gol (Lewandowski), sin desequilibrio (Dembélé) y sin creatividad (Pedri), pero seguía siendo el Barça. Aterrizaba en el Bernabéu tras caer en la Europa League (Manchester) y en LaLiga (Almería), pero seguía siendo el Barça. Saltó al césped, en definitiva, consciente de sus debilidades, de que sigue en plena reconstrucción, pero con el orgullo intacto. 

Lo de ayer fue un ejercicio de supervivencia soberbio, asumir que, a veces, hay que renunciar a todo lo que te define, a todo lo que eres, para seguir adelante. En el fondo, lo que hizo el Barça en Madrid fue una exhibición de humildad porque hay momentos en la vida en la que toca dejar a un lado tus principios para seguir mirando al frente. Ir a buscar a los de Ancelotti como tantas veces lo han hecho a lo largo de la historia más reciente habría sido un suicidio, empezar a decir adiós a la Copa y añadir argumentos a quienes empezaban a hablar de crisis por dos malos resultados.

La victoria lograda ayer por el Barça en el primer clásico de los tres que jugarán ambos equipos no será recordada de forma especial, pero supone poner la primera piedra para estar en la final de Copa y, también, volver a observar los siete puntos de ventaja en LaLiga como una enorme diferencia. El Barça logró que el Real Madrid no disparara ni una sola vez entre los tres palos, convirtiendo cada ataque blanco en estéril, demostrándose a sí mismo que también ahí es fuerte. No solo a nivel doméstico, sino ante el campeón de Europa, ese que marcó cinco goles en Anfield. El Barça aprendió ayer muchas más cosas de las que podría haber aprendido con un 0-5. El 0-1 no es una victoria más, sino una lección que conviene no olvidar.