Cuéllar: el ‘verdugo’ que conquistó a Cruyff

Explotó en 1990, en una final de Copa juvenil Betis-Barça: marcó un 'hat trick' y dio otro gol

Una grave lesión en su primer partido de Liga con el FC Barcelona truncó su carrera como blaugrana

Cuéllar, celebrando su primer gol con el Barça, en Santander

Cuéllar, celebrando su primer gol con el Barça, en Santander / ZOLTAN CZIBOR

Lluís Payarols

Lluís Payarols

El Barça empezó a saber de Ángel Cuéllar una calurosa mañana de 1990, en Albacete. El mediapunta de Villafranca de los Barros, a pocos meses de cumplir los 18 años, se convirtió en la ‘bestia negra’ de un club cuya camiseta defendería seis temporadas más tarde, algo que aquel día posiblemente ni se lo imaginaba.

El próximo día de San Juan se cumplirán 31 años de aquella jornada gloriosa para el beticismo y dolorosa para la cantera blaugrana. Era la final de la Copa del Rey Juvenil que enfrentaba a Betis y Barça. En el equipo barcelonista, entrenado por Antonio Olmo, futbolistas prometedores como Pep Guardiola, Pinilla, Carreras o Sergi Barjuan. Enfrente, una gran generación verdiblanca comandada por José Emilio del Pino y con nombres como Loreto, Cañas, Merino...

Pero aquel día la gloria estaba reservada para Cuéllar. Si en las semifinales contra el Aurrerá cerró la clasificación bética con un gran gol en el Villamarín, arrancando desde su propio campo, en la final se salió. Marcó tres goles y dio otro a Ponferrada en el 4-2 final, ante el jolgorio de la hinchada verdiblanca.

Esa temporada 1989-90, Johan Cruyff salvó su cargo en el primer equipo del Barça tras conquistar también la Copa del Rey contra el Madrid. Fue el preludio de la explosión del ‘Dream Team’, que coincidió con el estreno en Primera del joven Cuéllar con su Betis. Vivió la amargura del descenso en 1991, pero también el regreso a la máxima categoría en 1994. 

La campaña 94-95, el Betis que entrenaba Serra Ferrer hizo un temporadón. Acabó cuarto, superando incluso al Barça por la diferencia de goles general. Ángel marcó 14 de las 46 dianas de su equipo. Fue el detalle que acabó de convencer a Cruyff.

Duro revés

El extremeño se convirtió en jugador del Barça en el verano de 1995. El club blaugrana pagó al Betis de Lopera 500 millones de pesetas -ahora, 3 millones de euros- y la llegada a Heliópolis de Sánchez Jara y José Mari. Firmó por cinco temporadas más tres opcionales, pero todo se empezó a torcer muy pronto.

3 de septiembre de 1995. Valladolid. El Barça jugaba su primer partido de Liga. En el minuto 40, Cuéllar cayó tras un choque fortuito con Marcos. Rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. No volvió a jugar hasta febrero de 1996 -regresó precisamente en un Barça-Betis- y sus ilusiones se desvanecieron.

La temporada siguiente apenas jugó con Bobby Robson. Una campaña en la que, curiosamente, el Barça ganó la final de Copa al Betis, aunque Cuéllar no la disputó. Al iniciar la 1997-98, con Van Gaal en el banquillo blaugrana, el extremeño no vio clara su continuidad -en alguna ocasión dijo que se arrepintió de aquella decisión- y regresó al Betis.

Su vuelta a Heliópolis fue un calvario que acabó, como diría Rosalía, malamente. Lopera, en una de sus estrambóticas decisiones, le despidió en 2001 por “bajo rendimiento voluntario”. Cuéllar respondió ganando el juicio por despido improcedente. Siguió jugando en el Nàstic, Racing Ferrol, Levante, Lugo y en el modesto Narón, donde colgó las botas. Hizo sus pinitos en los banquillos y ahora ejerce de comentarista en LaLigaTV y GOL. Esta noche, en el Villamarín, se enfrentan dos de los equipos de su vida.