Fin a cuatro años de litigio

Las hostilidades judiciales se iniciaron cuando el brasileño se presentó con la camiseta del PSG

El crack llegó a acusar al Barça de actuar con “absoluta mala fe” en la demanda por el finiquito

Neymar, en una visita a los juzgados

Neymar, en una visita a los juzgados / EFE

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Hasta en cuatro frentes se citaron el Barça y Neymar cuando el brasileño recaló en las filas del PSG. La cruzada, iniciada en el verano de 2017, parecía no tener fin y que se alargaría en el tiempo. Sin embargo, tras unos meses de intensas negociaciones entre el departamento jurídico de la entidad azulgrana y los abogados del jugador, hubo acuerdo para cerrar cuatro casos pendientes sin que ambas partes abonaran cantidad alguna.

La primera chispa saltó en agosto de 2017, cuando el Barça demandó a Neymar por incumplimiento de contrato. Fue una demanda laboral contra el jugador, al que le reclamaba 8,5 millones de euros, cantidad ya liquidada correspondiente a la prima de renovación por incumplimiento de contrato.

El segundo asalto lo inició el jugador como respuesta al primer paso dado por el FC Barcelona. Neymar, también en agosto de 2017, demandó a la entidad azulgrana ante la FIFA. Reclamó el pago de la segunda parte de la prima de renovación pactada en su último contrato, que ascendía a 26 millones de euros.

El Barça depositó esta cantidad ante notario y no se negó a abonarla al jugador, aunque le pidió que, para ello, confirmara que se quedaba en la entidad barcelonista el tiempo por el que se había comprometido, que manifestara públicamente que no había negociado durante el último mes con el PSG y que le abonaría la cantidad pactada cuando el mercado de fichajes se hubiera cerrado. El juicio se celebró en octubre de 2019 y hubo fallo en junio de 2020, por el que se condenó al jugador a devolver 6,8 millones al Barça.

Los otros casos

El tercer episodio entre ambas partes se dio en diciembre de 2019, cuando Neymar demandó al Barça reclamando 3,5 millones de euros en concepto de finiquito. El jugador brasileño acusó a la entidad azulgrana de actuar con “absoluta mala fe” y de tomar represalias contra él después de fichar por el PSG.

El cuarto capítulo de la guerra judicial entre el Barça y el jugador brasileño llegó en noviembre de 2020, cuando el conjunto barcelonista reclamó a Neymar 10,2 millones. La demanda se fundamentó en que el Barça le retuvo una cantidad inferior de los impuestos que tenía que abonar durante su etapa en el Camp Nou. El Barça explicó en su momento que hubo diferencia de tratamiento fiscal y que la situación debía regularizarse.