Borrachera de goles para seguir en la Copa

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

¿Quién dijo que el Barça no quería esta Copa? En otra noche gloriosa para la historia del Camp Nou, el campeón protagonizó una fulgurante remontada ante el Sevilla y estará en el bombo de semifinales. Los goles de Coutinho (2), Rakitic, Sergi Roberto, Luis Suárez y Messi destruyeron sin piedad las ilusiones de un Sevilla que desperdició un penalti con 1-0 en el marcador.

Messi lo había dejado claro con sus palabras y Valverde recogió el guante a la hora de hacer el once. El Barça salía con todo a pelear la Copa, con Sergi Roberto y Arthur conservando sus galones por delante de Semedo y Arturo Vidal. “Si atacamos bien, defenderemos bien”, avisaba el ‘Txingurri’ en la previa del duelo. Con este objetivo devolvía el técnico la titularidad al centrocampista brasileño, cada vez más necesario para dotar de la pausa perdida a los azulgranas.

En los hispalenses, Pablo Machín no aguantó ni cinco minutos sentado en su banquillo. Fue lo que tardó el Barça en protagonizar la primera embestida en forma de tres córners consecutivos. Si el extécnico del Girona no quería a su equipo aculado desde el comienzo, no había duda de que su plan se estaba torciendo. Pero la cosa iría rápidamente a peor.

Promes derribó a Messi dentro del área y Coutinho puso al Barça por delante antes del cuarto de hora. Detallazo del argentino con el ‘7’, que celebró el penalti con rabia, consciente de que las cosas no le están saliendo bien. Poco después, un remate franco de Luis Suárez se quedó enganchado en las piernas de Kjäer cuando ya se cantaba el 2-0 y otro de Messi lo repelió Juan Soriano como pudo.

La reacción del Sevilla no tardaría en llegar. Y ahí apareció Jasper Cillessen para erigirse en héroe. El holandés sacó una mano antológica a remate a bocajarro de André Silva con la espuela y acto seguido detuvo un penalti a Banega que Piqué había cometido sobre Roque Mesa. El éxtasis se apoderaba del Camp Nou, que celebraba la acción incluso más que el 2-0 de Rakitic. Arthur se disfrazó de Xavi con un pase al espacio y Rakitic igualaba la eliminatoria con un toque sutil en el mano a mano con Soriano.

Justo antes del descanso, Piqué tuvo en su cabeza el tercero tras un saque de esquina. No pudo ser; el combate llegaba igualado al último asalto.

La segunda mitad arrancó más calmada. Como si la prioridad de los blaugranas hubiera pasado a ser no encajar por encima de lograr el tercero. Éste, sin embargo, llegaría pronto. Luis Suárez centró y  Coutinho superó al meta sevillista con un certero testarazo picado. Y sin tiempo para asimilar el golpe, cayó el cuarto, el que dejaba a Machín con cara de Unai Emery. Messi cabalgó por la derecha y esperó la entrada en el área de Sergi Roberto, que de primeras batió a Soriano de disparo cruzado.

Ya sin nada que defender, el Sevilla subió líneas y dejó espacios atrás. André Silva, de cabeza, pudo meter de nuevo a los andaluces en la eliminatoria, pero la de este miércoles no era la noche del cuadro hispalense. O sí, pudo pensar algún sevillista con el 4-1. Cillessen se equivocó en la salida de balón y Arana ponía emoción con un gran golpeo. Quedaban 20 minutos y otro gol del Sevilla dejaba fuera a los azulgranas.

Messi pudo sentenciar en una de las ocasiones más fáciles de su carrera, pero a medio metro de portería y con todo el tiempo del mundo para decidir no pudo superar a Soriano, en esta ocasión brillante. En el 83’, Sergi Roberto desperdició un mano a mano al picar demasiado el cuero y prolongaba el sufrimiento hasta que, en el último minuto, Luis Suárez remataba a placer un centro de Alba en contragolpe y daba carpetazo a la eliminatoria.

Antes del final, Messi se sumó a la borrachera de goles anotando el sexto tras una jugada colectiva de orgasmo futbolístico, con taconazos de Piqué y Alba en el área rival incluidos. El campeón sí quería esta Copa. ¡Y tanto si la quiere!