Coutinho: ¿la vara de medir dónde está?

Coutinho vive momentos complicados

Coutinho vive momentos complicados / EFE

Dídac Peyret

Dídac Peyret

El rendimiento y las cifras marcianas de Messi han contribuido a cambiar la vara de medir con el resto de futbolistas top. Hablamos de un tipo capaz de sumar diez años marcando al menos 50 goles. O de lograr algo tan descomunal como 91 tantos en un año.

El factor diferencial del 10 respecto a otras figuras históricas sea seguramente ese: el rendimiento (superlativo) continuado. Ver lo que es capaz de hacer dos veces por semana tan de cerca ha normalizado una irrealidad. Y ha hecho que, en general, el análisis con los otros astros sea desproporcionado. 

A los cracks ya no se les permite un bajón. Ni siquiera uno eventual, algo que ha sido históricamente habitual por la naturaleza de estos futbolistas: la genialidad por definición no puede ser rutinaria aunque Messi lo desmienta muy a menudo.

Coutinho está sufriendo en este nuevo escenario del que son culpables jugadores como Leo o Cristiano. Es cierto que su rendimiento ha bajado, pero también que cuando ha tenido continuidad ha sido una pieza valiosísima. Es más los momentos más brillantes (y convincentes) del equipo esta temporada han coincidido con la presencia conjunta de Arthur Coutinho en la banda izquierda. 

A partir de esa estructura (el control del centrocampista y la aventura del mediapunta) el Barça parecía estar construyendo algo grande y duradero. Una inoportuna lesión y la irrupción de Dembélé parecen haber nublado a Coutinho. Nada raro: la confianza marca radicalmente el rendimiento de un futbolista y no resulta sencillo pasar de sentirte una pieza básica a tener que remar a contracorriente.