Historia SPORT

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Coutinho y la historia de un fracaso multimillonario

El brasileño nunca pudo desprenderse de la losa de ser el traspaso más caro de la historia del Barça

Nunca estuvo cómodo en el Camp Nou y solo se le ha visto sonreir en sus cesiones a Múnich y Birmingham

¿Philippe, eres tu? El partidazo de Coutinho con el Aston Villa: Un gol, dos asistencias y un caño mágico

¿Philippe, eres tu? El partidazo de Coutinho con el Aston Villa: Un gol, dos asistencias y un caño mágico / DAZN

Adrià Fernández

Adrià Fernández

Llegó como el 'teórico' relevo de Andrés Iniesta y se ha ido por la puerta de atrás siendo uno de los peores fichajes del Barça. La historia de Philippe Coutinho como blaugrana es digna de estudio: por coste, rendimiento y expectativas, el fiasco del brasileño en el Camp Nou quedará por siempre emborronado.

Al Barça le quemaba el dinero recibido por el traspaso de Neymar Jr. al Paris Saint-Germain. Toda Europa sabía que los blaugrana contaban con 222 millones de euros y estaban necesitados en la vertiente ofensiva. Con prisas, ataron a Ousmane Dembélé con un sobrecoste desmedido por un futbolista que era un melón por abrir.

Por si no fuese suficiente, en el siguiente mercado invernal el Barça volvió a tirar la casa por la ventana incorporando a Philippe Coutinho por 120 millones de euros, más 40 'kilos' en variables. Un fichaje avalado por muchos, puesto que la calidad que el brasileño demostró en el Liverpool desbordaba a raudales. A pesar de que no podía participar en Champions, dado que ya había jugado esta competición en Anfield, se entendió sus primeros seis meses como un periodo de adaptación.

Una losa de 160 kilos

Los números de Coutinho en su primer medio año no fueron nada desdeñables: nueve goles y siete asistencias en 22 partidos. No tan solo por estos registros, pero las sensaciones que transmitía sobre el verde engancharon a la afición en seguida. Pero el aficionado del Barça siempre quiere más y más. Las expectativas del fichaje más caro de la historia del club estaban situadas a cotas altísimas y mentalmente por parte del futbolista es complicado de lidiar. No solo pide más el 'soci', también lo esperan los compañeros de vestuario, el 'staff' técnico e, incluso, miembros de la junta directiva.

Cuando las doce campanadas dieron la bienvenida al 2019, Coutinho se transformó y, desde entonces, tuvo una caída cuesta abajo y sin frenos. Un gol y una asistencia en la última treintena de partidos de Liga empezaron a acabar con la paciencia de muchos. Las críticas se hacían cada vez más habituales y algunos pitidos empezaron a relevar a los aplausos de ánimo cuando el brasileño erraba en el terreno de juego.

Una de las imágenes más icónicas y que supuso la ruptura total del Camp Nou con Coutinho fue cuando Philippe cerró el marcador en el Estadi frente al Manchester United (3-0) en la ida de los cuartos de final de la Champions League. El futbolista se dirigió a la grada, cerró los ojos y se tapó los oídos. Un gesto que no gustó en absoluto a los aficionados y que le situó -más aún si cabe- en el ojo del huracán. Días después, él mismo dio esta explicación: "Muchas veces tengo que taparme los oídos para mantener el foco".

El colmo de los colmos

Con una devaluación que avanzaba a marchas forzadas, el Barça decidió darle una salida en calidad de cesión rumbo al Bayern de Múnich. El brasileño recuperó la sonrisa en la Bundesliga, con un rendimiento más que notable (11 goles y 9 asistencias en 38 encuentros), además de un cambio físico que dejó a muchos sin palabras.

El destino es extremadamente caprichoso y emparejó a Bayern de Múnich y Barça en los cuartos de final de la Champions League. La pandemia provocada por el Covid-19 obligó a parar todas las competiciones y la UEFA replanteó el formato de la Copa de Europa, disputando desde los cuartos de final las eliminatorias a partido único en sede neutral. El resultado lo recordarán todos: victoria de los alemanes por 2-8 en la noche más aciaga de la historia reciente blaugrana. Y Coutinho rizó el rizo añadiendo la gota que colmó el vaso a la situación. Jugó los últimos 15 minutos, pero tuvo tiempo de asistir a Lewandowski en el sexto y de anotar el séptimo y el octavo.

Desubicado en el mapa

Más allá de llevar colgada la etiqueta de 'jugador más caro de la historia del Barça', futbolísticamente, y visto con algo de perspectiva, el fichaje de Coutinho no acabó de encajar nunca en el Barça. Como decíamos, muchos decían de él que sería el heredero de Iniesta en el interior izquierdo, donde empezó a jugar algunos partidos, aunque Valverde le ubicaba en un falso extremo diestro, con su clásico 4-4-2.

Empezó a avanzar metros y cambiar de carril hasta ocupar el extremo izquierdo, pero nunca llegó a mutar en el tipo de extremo que necesita el Barça. En Anfield triunfó como mediapunta, posición huérfana históricamente en el Camp Nou. Algo que empezó a frustrar el rendimiento del brasileño, que no acabó de aclimatarse a ninguna posición.

Una rotura en el menisco externo de la rodilla izquierda le dejó en el dique seco en la temporada que parecía que iba a empezar a brillar más. Koeman cambió el sistema del Barça a un 4-2-3-1, donde Coutinho se sentía más cómodo, pero tan solo pudo vestir la elástica blaugrana en 14 ocasiones. Los meses se sucedieron y fue quedando relegado a un plano residual.

En enero puso rumbo a Villa Park para alistarse en el proyecto de su excompañero en el Liverpool, Steven Gerrard, donde se ha vuelto a sentir futbolista en una Premier que se adapta más a sus condiciones de juego. Este jueves el Barça anunció la desvinculación total con el futbolista brasileño traspasándolo al Aston Villa por 20 millones de euros.