Coutinho, una cuestión de paciencia y millones

Viene de una grave lesión, pero tiene el hándicap de haber prácticamente agotado el crédito del barcelonismo

El fichaje más caro de la historia del Barça sigue dejándonos fríos con sus actuaciones

Coutinho reapareció con el Barça frente al Bayern

Coutinho reapareció con el Barça frente al Bayern / Movistar

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

En otras circunstancias, Philippe Coutinho no tendría (aún) que inquietarse. Viene de una grave lesión, de muchos meses de inactividad, y lo lógico es que se le diera un crédito, un margen para coger el tono poco a poco. Sería hasta cierto punto normal que rayara a un nivel medio-bajo todavía. Pero claro, cuando eres el fichaje más caro de la historia del club y no has demostrado prácticamente nada en tres temporadas, la paciencia de la gente se altera enormemente.

Reapareció contra el Bayern el 14 de septiembre, Desde entonces ha disputado tres partidos de titular y dos de suplente. No ha marcado ningún y su aportación ha sido muy discreta. No ha dejado casi ningún brote verde, pero vaya, como la mayoría de un equipo bastante perdido en cuanto a juego y espíritu.

Frente al Atlético dispuso de las dos mejores ocasiones del Barça. La primera, un balón rechazado por la defensa que empaló muy bien pero que salió ligeramente desviado de la cepa del palo de Oblak. La segunda, una grandísima acción personal con robo y asistencia de Gavi, que dejó al de Rio de Janeiro solo ante Oblak. Su remate, manso, lo blocó incluso el portero esloveno.

TENDRÁ OPORTUNIDADES PARA REVERTIRLO

Sin frescura y sin chispa, sin desborde y sin poder ser decisivo en esa franja de 3/4 de campo donde el cuadro azulgrana necesita como el comer factores diferenciales tras la marcha de Messi. Coutinho continúa a años luz de lo que mostró en Liverpool. Ya sea por encaje o porque no ha encontrado ese punto de felicidad y alegría, al brasileño se le ve apagado, sin luz. Lo peor de todo es que la afición azulgrana ya ni se genera ilusión ni mucho menos expectativas.

Lo 'bueno' es que el jugador tiene por delante un curso en el que seguirá teniendo oportunidades (porque no hay más fondo de armario, básicamente) para revertir todo ese aura que se le ha asociado. De momento, cero goles, cero asistencias, cero ocasiones creadas, solo tres regates y 43 balones perdidos en lo que va de curso.