Mala relación entre el belga y Mourinho

Courtois se planta con el Chelsea y sigue esperando al Barça

El meta belga insiste en dejarse querer tras confirmar que Mourinho le cierra las puertas a la titularidad 

Paul Giblin

Thibaut Courtois sigue esperando una llamada del Barcelona para poder romper definitivamente su vínculo con el Chelsea. El portero belga, cedido al Atlético de Madrid, está viviendo un auténtico calvario por culpa de su mala relación con el entrenador del Chelsea, José Mourinho, que ya le ha asegurado su intención de dejarlo en el banquillo en el caso de que regrese al club londinense.

Lo más rocambolesco del tema es que Courtois cuenta con una oferta de renovación por parte del Chelsea hasta el 2019 y con los términos económicos prácticamente pactados, pero es en el tema deportivo donde se ha abierto una brecha insalvable, ya que el portero belga no está dispuesto a regresar a Londres bajo los términos que estipula el manager general de la entidad 'blue'.

Y es que Mourinho se ha negado por activa y por pasiva a darle cualquier opción a Courtois para regresar, hasta el punto que ha sido el técnico luso quien ha paralizado su renovación al dejarle bien claro que en ningún caso le va a garantizar la titularidad. Y ya sabemos que Mourinho no es un hombre de medias tintas y no le tiembla el pulso si ha de dejar a un portero de calidad en el banquillo como hizo en su día en el Real Madrid con Iker Casillas.

Tanto es así que el Chelsea, consciente que esta situación no se va a revertir a medio plazo, le ha instado al jugador y a su representante que vengan con una oferta de 30 millones de euros para valorar su posible traspaso.

El problema es que el Atlético de Madrid no es club poderoso económicamente y solo ha podido llegar a los 15 millones de euros, del todo insuficientes para poder cerrar la operación, según subrayaron fuentes del club londinense.

A Courtois le encantaría fichar por el Barcelona, consciente que el club tiene una necesidad imperiosa de cubrir la vacante de Víctor Valdés. El portero ve en la portería del Barcelona un futuro garantizado los próximos diez años y además en un club de la máxima exigencia y prestaciones.

Sin embargo, el secretario técnico, Andoni Zubizarreta, es el principal problema para Courtois, ya que su apuesta personal es un portero alemán que atiende por el nombre de Marc André Ter Stegen.

Los motivos por los cuales Zubizarreta ha desestimado la incorporación de Courtois es que no juega bien con los pies. En todo caso, hay que recordar que cuando a Valdés le preguntaron cuál es la virtud principal que debe tener un portero del Barcelona no recurrió a esa cualidad técnica, para manifestar que "debía ser un buen portero en el uno contra uno".

Discrepancias aparte, parece que a Courtois le están apretando desde el equipo londinense para tomar una decisión definitiva: o firma con el Chelsea hasta el 2019 o llega con una oferta de 30 millones de euros. El límite se ha fijado antes de que empiece el Mundial. Por ello, no es de extrañar que Courtois aún esté esperando un gesto por parte del club blaugrana para respirar aliviado.