La dirección deportiva tiene de plazo hasta el mes de marzo

Los contratos secretos de Ter Stegen y Reina

Bartomeu advirtió hace días que en enero podría anunciar el futuro de la portería. Los recambios están bajo control 

Tomàs Andreu

Cada vez que el Barça ha acudido al mercado con prisas, ha salido escaldado. O el fichaje de última hora no ha rendido según lo esperado, o se ha pagado un sobreprecio o ambas cosas. Quizá por ello la dirección deportiva, en la medida que le es posible, procura trabajar con cierta antelación para evitar indiscreciones que dificulten las gestiones y encarezcan el precio de la negociación final. Casos como en el de Neymar o Jordi Alba son ejemplos a seguir. Ahora, con Ter Stegen y Pepe Reina se repite la historia.

El Barça tiene atados a ambos porteros desde hace meses. El anuncio de Víctor Valdés, que se mantiene firme en su idea poner punto y final a su etapa en el Barça a partir del 30 junio, y las dudas que genera la renovación de Pinto hicieron recomendable que la dirección deportiva se moviera con celeridad y acudiera al mercado en busca de uno o dos recambios de plenas garantías. En esta ocasión, Zubizarreta y su equipo de trabajo sí tomaron decisiones en firme y se bloquearon dos porteros con un perfil absolutamente diferenciado. Por un lado, la apuesta del emergente Ter Stegen. En contrapartida, la veteranía ya contrastada de Pepe Reina. Dos futbolistas complementarios, a un precio razonable, que deben permitir afrontar el futuro de la portería blaugrana sin traumas.

Ejecutivos blaugrana agilizaron trámites y desde la pasada temporada sellaron sendos acuerdos privados con ambos metas. Compromisos que en ningún caso vulneran la normativa de la FIFA y que contemplan opciones y penalizaciones por ambas partes. Ter Stegen y Pepe Reina están bajo control, pero en ningún momento se puede decir que el Barça los ha fichado de cara a la próxima temporada. No es así.

Quedan pasos por delante antes de definir los posibles refuerzos en la portería. La firma del contrato privado contempla varios condicionantes. El primero hace referencia a una cuestión estrictamente temporal. Los técnicos del Barça disponen hasta el mes de marzo como plazo máximo para ejecutar las operaciones. Se considera un período más que estimable para que la dirección deportiva y el entrenador se decanten por una solución definitiva. Además, ambos cancerberos también dispondrían de margen suficiente para analizar posibles alternativas en el caso de ser descartados.

La segunda exigencia es algo más delicada y obliga a dirigirse a los clubs de ambos jugadores para negociar la compensación económica pertinente ya que los dos futbolistas tienen contrato en vigor. Sin embargo, en esta ocasión, el traspaso también se considera bastante modélico atendiendo a los precios de un mercado especialmente inflacionista para los grandes clubs europeos.

Empecemos por Ter Stegen. El joven meta alemán tiene un año más de contrato con el Borussia Monchengladbach y, por tanto, su cotización no puede dispararse ante el riesgo de agotar su compromiso y dejar al club teutón sin un solo euro en la caja. En una línea similar se encuentra Pepe Reina. El portero selló su cesión al Nápoles después de explicitar que al final de la presente temporada podría decidir su futuro siempre que abonase una cantidad de cinco millones de euros. En total, el Barça rediseñaría por completo la portería abonando los cinco millones del meta español y diez más para convencer al Borussia. Dos fichajes por un precio total de quince millones de euros no se consuman cada día.

La complicidad de Ter Stegen y Pepe Reina ha sido total y absoluta. El trabajo de los diferentes scoutings del Barça apuntó al meta alemán como la promesa más firme de la portería europea. Tras varios años siguiendo a jóvenes promesas, al fin se dio el paso y se cerró el acuerdo privado con el futbolista y su agente. El Borussia Monchengladbach intentó reaccionar y anunció a bombo y platillo su intención de mejorar y ampliar el contrato de la joven estrella. Las diversas negativas a sentarse a negociar dejaron bien patente que Ter Stegen ya ha decidido que en la temporada 2014-15 tiene intención de cambiar de aires. Su nuevo destino apunta al Camp Nou. El club así lo ha entendido y ha aparcado negociaciones mientras el internacional germano ha mantenido un riguroso silencio hasta que no llegue el momento en el que los dos clubs implicados confirmen el acuerdo final de traspaso.

Pepe Reina es una caso más atípico. El veterano portero arde en deseos de iniciar su segunda aventura como blaugrana. Tras finiquitar su dilatada etapa en el Liverpool, la opción del Nápoles le ha servido para mantenerse en primera línea con el fin de llegar al Mundial de Brasil en plenitud de condiciones y ganarse el billete de vuelta a Can Barça. Es otra de esas operaciones cantadas que solo exigen un poco más de paciencia.

Con los deberes de la dirección deportiva realizados, desde la junta directiva, el vicepresidente y máximo responsable de la parcela deportiva, Josep Maria Bartomeu, se ha limitado a señalar en reiteradas ocasiones que estaría en condiciones de desvelar el futuro portero del Barça a partir del mes de enero. Y es que todavía falta por concretarse un primer paso: volver a escuchar a Víctor Valdés confirmando su adiós y, muy posiblemente, revelando dónde continuará su carrera a partir de la próxima temporada. Ese será el momento en el que el Barça se sentirá liberado para escenificar sus movimientos de mercado.

Las opciones son más que evidentes. Una apuesta joven con contrato largo y otra alternativa marcada por la veteranía, contrato corto y un pasado blaugrana. Dos modelos que dejan intuir una batalla feroz por saber quién recogerá el testigo de la hegemonía de Valdés.

El trabajo previo se ha concretado sin hacer ruido. A diferencia de lo sucedido con los centrales u otras demarcaciones, la portería de futuro está bajo control. Zubizarreta y el Tata deben dar el pistoletazo de salida para dirigirse a sus clubs respectivos y formalizar el traspaso de Ter Stegen, Pepe Reina o ambos. Aún restan tres meses de plazo.