El contrato de Lamine, inspirado en Messi

La renovación de Lamine Yamal es la carpeta más importante que debe cerrar el Barça antes del inicio de la próxima temporada. La intención es no demorar un acuerdo que convertirá al canterano en uno de los jugadores mejor pagados de la plantilla que dirige Hansi Flick. Tras sellar la continuidad del técnico, una operación estratégica y para nada casual que haya sido la primera, y la de Raphinha, ahora toca finiquitar el nuevo contrato de De Jong y, entre otros, Èric Garcia.

Lamine, de vacaciones con Neymar

A partir de ahí, la prioridad absoluta es Lamine Yamal: "Va a renovar en breve", dijo su agente, Jorge Mendes, esta semana en su visita relámpago a la Ciudad Condal que sirvió para reunirse con el jugador. Su aparición pública no fue nada casual porque si la intención hubiera sido esconder su encuentro con el futbolista, nadie se habría enterado. Aquí todos juegan sus cartas.

Más allá de gesticulaciones, Joan Laporta explicó en la entrevista que concedió al programa 'Onze' de 'Esport3' las intenciones del club y no escondió las intenciones con el de Rocafonda: "Con Messi consolidamos los bonus a fijo", dijo. Y añadió que "como lo ganábamos todo... esto lo tenía muy motivado".

Fue toda una declaración de intenciones y aunque también comentó que "siempre que sufrir", el optimismo es total. El presidente tiene claro que "en el caso de Lamine hay que hacer que se sienta importante" y que "en Can Barça lo sabemos hacer. El Barça es el mejor club donde puede estar. Es catalán, del Barça... Él se siente identificado y esto lo tiene presente porque está bien asesorado". Mendes y Laporta hablan el mismo idioma.

Deco, en la entrevista concedida a 'RAC1', coincidía con el máximo dirigente blaugrana a la hora de explicar cómo debe ser el nuevo contrato del futbolista: "Un jugador tiene que tener el contrato que sea justo. Hay que adecuarlo a la realidad que es y no es importante si es el mejor pagado, sino que sea de los más importantes". Para el director deportivo, la clave está en "la gestión de los contratos".

En el fondo, y sin decirlo abiertamente, ambos estaban refiriéndose a que existen fórmulas que permiten a un futbolista sentirse absolutamente valorado por el club sin la exigencia de convertirse en el mejor pagado de la plantilla. También lanzaban un mensaje meridiano: ser el mejor pagado de la plantilla es algo que toca ganárselo sobre el césped.

Consolidar el fijo no es nuevo

La fórmula planteada, de hecho, no es nueva en el Barça. Leo Messi se convirtió en el jugador que más cobró vestido de blaugrana gracias, en parte, al planteamiento acordado. El argentino tenía un fijo alto, obviamente, pero también unas variables importantes en función de, entre otros conceptos, ganar títulos, recibir el Balón de Oro o ser Pichichi. La diferencia con otros contratos estaba en el hecho de que estas variables, cuando se alcanzaban, pasaban a convertirse en salario fijo consolidado.

Y estos parámetros se incluían en las diferentes renovaciones que Messi firmó a lo largo de su trayectoria en el Barça. Más allá de la diferencia que en este momento existan en las cantidades, el Barça quiere que el salario de Lamine Yamal crezca al mismo ritmo que su rendimiento. Cuanto más gane a nivel de títulos colectivos y reconocimientos individuales el de Rocafonda, más altos serán sus emolumentos y mayor será el fijo de su ficha.

Con esta fórmula, todos salen ganando porque cuanto mejor le vaya al canterano, mejor le irá también al Barça y, por supuesto, más dinero podrá ingresar el club a través de patrocinadores, entradas y otras fuentes de ingresos derivadas del proyecto deportivo. Nada que no estuviera ya inventado con Leo Messi, que generaba económicamente mucho más de lo que ingresaba. Con Lamine Yamal todos esperan lo mismo.