Tras marcar posiciones, los clubs no moverán ficha hasta la disputa de la Copa

Contraoferta del Milan por Thiago Silva

Zubizarreta ya sabe que el defensa por fin está en el mercado, aunque su tasación es casi prohibitiva

E. Rossi/T. Andreu

La dirección deportiva del Barça ha recibido una buena y una mala noticia referente al deseado traspaso de Thiago Silva. La primera, posiblemente la más trascendente, es que el Milan está dispuesto a desprenderse de una de sus joyas. Pese a lo manifestado en público, Berlusconi ha autorizado a Adriano Galliani a negociar la venta de su crack. El jarro de agua fría viene motivado por la certeza que los negociadores blaugrana deberán armarse de paciencia y explotar todas sus habilidades para evitar que el traspaso se convierta en un saqueo en toda regla.

El Milan ha dado señales de vida y ya entiende que el central brasileño no es intransferible. Thiago Silva puede salir pero su cotización está por las nubes. El vicepresidente, Adriano Galliani, juega a todas las barajas posibles en previsión a múltiples escenarios. Ayer todavía aseguraba a Tuttosport que “tengo que resistir a los asaltos a Thiago Silva. Hay una fila de clubs de toda Europa que están dispuestos a hacer cosas locas por el brasileño”, pero lo cierto es que el Barça ya tiene una primera contraoferta si quiere atar a su pieza más codiciada en el mercado veraniego: Thiago Alcántara y una cifra aproximada a 10 millones de euros.

Ni el nombre escogido ni el precio de redondeo son una frivolidad desde la óptica milanista. Galliani tiene a Thiago en el punto de vista desde hace tiempo. Ya sea en forma de cesión o traspaso, el Barça sabe que el mayor de los hermanos Alcántara encandila en Milanello. El pasado verano era el máximo ejecutivo milanista quien declaraba su pasión en Sky Sports 24. “He hablado con el representante de Thiago, que está de vacaciones en Forte dei Marmi, pero el Barcelona no lo deja marchar”. Y ahora lo intenta de nuevo.

El Milan ha convertido el trueque de futbolistas en todo un arte en las últimas temporadas. Maneja el cambio de cromos con soltura y ha logrado cultivarse gran amistad con los principales clubs europeos. Y el Barça, con los Ibrahimovic, Kluivert, Reiziger, Coco, entre otros, es un claro ejemplo de ello.

Es el momento de medir fuerzas, de recurrir a emisarios y preparar el terreno para sentarse a negociar. Los movimientos decisivos no llegarán hasta la disputa de la final de la Copa del Rey. El Barça ya se ha preocupado de utilizar a diversos asesores para transmitir la voluntad de tasar a Thiago Silva en 20 millones de euros más algún que otro jugador, del perfil de Ibrahim Afellay. El Milan, a modo y semejanza, ha recogido el guante y también ha utilizado canales externos para expresar su pequeño descontento y replicar utilizando una fórmula similar. La contrapropuesta exige un montante económico de 10 millones de euros más un jugador, aunque en este caso se trata de Thiago Alcántara, el viejo sueño de Galliani.

En el fondo, las cifras vienen a cuadrar, aunque de forma muy distinta. El mercado en crisis estima que Thiago Silva tiene un valor aproximado que supera ligeramente los 30 millones de euros mientras que el de Thiago Alcántara alcanza los 20 `kilos¿, pese a estar en clara progresión.

La operación parece poco viable en estas condiciones. El Milan está al corriente que Thiago Alcántara no figura en esa reducida lista de futbolistas blaugrana intransferibles y que la nómina de jugadores en el centro del campo es amplia y de enorme calidad, pero la juventud del hispanobrasileño lo convierten en una pieza codiciada de cara al futuro.

Todavía no ha llegado el momento de plasmar por escrito y sentarse a negociar las respectivas ofertas formales. Es la hora de los desmentidos, de distraer la atención y airear el nulo interés por una operación como la de Thiago Silva. El escenario negociador cambiará por completo en una semana.