FC BARCELONA

Confidencial SPORT: Así se despidió Cruyff del Camp Nou

Johan no se despidió del Camp Nou pisando su césped, ni desde la grada que tanto le aclamó, no. Lo hizo admirándole desde la lejanía. Lo explica en esta historia Xavi Torres

Johan Cruyff antes de un partido de Champions en 2014 en el Camp Nou

Johan Cruyff antes de un partido de Champions en 2014 en el Camp Nou / sport

XAVI TORRES

Danny llegó tarde por culpa del tráfico de Londres. No pudo ni siquiera pasear un poco por Tottenham Court Road. Le esperaban. Bajó las escaleras de la librería Waterstones y vio que la presentación ya había comenzado. De hecho, hacía mucho rato que su hijo Jordi y sus amigos Pep Guardiola y Jaap de Groot hablaban de su marido. Los organizadores la acompañaron a la primera fila del improvisado espacio y allí, entre libros, por fín puso pausa tras horas de avión, taxi y nervios. Y se sentó.

Danny observó el escenario. En cuatro taburetes, de izquierda a derecha, Donald Mc Rae, moderador del acto, Pep, Jordi i Jaap, otro periodista, holandés, amigo y confidente de Cruyff, el hombre que ha puesto orden a todas esas palabras que llenan 319 páginas. Los miró. Hablaban pero no prestó atención porque todas esas cosas que decían, ella ya se las sabía.

El cuello de Danny, como si fuera una cámara de televisión, lanzó una mirada panorámica hasta finalizar el plano. Y allí se detuvo. Delante de ella, a la altura de sus ojos, a la izquierda de los ponentes, sobre una mesita redonda, se exponía la portada del libro, naranja toda ella. Poderosa. Con una imagen vintage de Johan. Retadora. A un metro, Danny la miró y se quedó atrapada. Y sonrió. Mientras, en el sótano de la Waterstones seguían hablando de Johan...

Tener una idea es muy dificil. Evolucionarla también es complicado pero el ingenio para ello se mueve un escalón por debajo. Por eso alguien tan inteligente como Guardiola concede siempre a su maestro el altar que merece. Aquella idea que hoy se ha convertido en un hecho cultural y que ha llevado al Barça a ser la referencia mundial del sector del balón no hubiera sido posible sin la personalidad y los conocimientos del genio Cruyff, la persona más influyente en la historia del balón. 

Lo revolucionó como jugador -hizo del Ajax el mejor club del mundo- y también como entrenador -esta vez fue el Barça la entidad beneficiada-. En el debate cabe una mirada diferente pero trabajada sobre el fútbol pero no la enfermiza obsesión producto de la envidia que provoca la mediocridad de quien apenas puede tener una idea simplona y se atreve a criticar sin contenido.

Cruyff siempre se sintió cómodo viviendo en la cornisa de los extremos. Sin su decisión hubiera sido imposible ganar la batalla contracultural. Perdón, las batallas contraculturales porque en su vida tuvo que hacer frente a muchas. Su legado, como no podía ser de otra manera, también provoca la radicalización. Seguidores y detractores. Unos y otros. Johan se reiría de los dolores de barriga que no se van de la noche a la mañana, ni siquiera automedicándose con recetas falsas. Ni tampoco con dinero. 

En un último paseo por la Carretera de las Aguas, en Barcelona, Johan se detuvo sobre el camino a la altura del Camp Nou. Allí lejos, con el Estadi diminuto, lo miró unos segundos antes de soltar un espontáneo: “¡Es bonito, eh!”. Así de simple, así de genial. Toda la vida pisándolo, viviéndolo y dándole vida, y nunca antes había expresado abiertamente una declaración de amor como esa. Como la mirada entre Danny y la portada vintage. En Londres se respiró Cruyff. Tal vez desde la distancia se vea todo mejor. Con admiración y respeto. Sin matices. 

Feliz lectura. Por cierto, la última sonrisa será de todos los niños y niñas que a través de los beneficios obtenidos por la venta del libro podrán aprovecharse de la generosa sensibilidad de la Fundación Johan Cruyff.