Confidencial: Así ha enamorado Arturo Vidal al vestuario

Así fue la 'delicatessen' de Arturo Vidal ante el Rayo

LALIGA

Juan Manuel Díaz

Juan Manuel Díaz

Arturo Vidal ha pasado de parecer un cuerpo extraño en la plantilla del Barça a ser el corazón del vestuario blaugrana. El chileno llegó al Camp Nou en un momento complicado en lo personal y lo deportivo, pero supo afrontar el reto como una nueva oportunidad y, tras las dificultades de los primeros meses, se ha adaptado a la idiosincrasia barcelonista convirtiéndose en una figura querida por su capacidad integradora y respetada por su profesionalidad y rendimiento.

El técnico del FC Barcelona, Ernesto Valverde, resumía estas sensaciones al valorar el papel del 'King Arturo' en el apurado triunfo frente al Rayo Vallecano (3-1). "Ha hecho un gran partido en muchos sentidos. Primero porque tiene un corazón increíble. Siempre está cerca del área, de la contraria y de la propia. Tanto él como Busquets nos han sostenido en momentos determinados. Su índice de recuperación ha sido muy alto", sostuvo.

Evidentemente, el Txingurri se refería al despliegue físico de Vidal; pero no solo a eso, porque no utilizó la palabra 'pulmón', como es más habitual, sino el término 'corazón'. Quizás para resaltar que el internacional chileno pone el alma en todo lo que hace, dentro y fuera de los terrenos de juego. El Barça necesitaba alguien que fuera un aglutinador de los diferentes grupos que integran la plantilla, y Arturo es esa persona a la que se le ve bromear con Messi, Piqué, o Boateng y se presta a apadrinar a un desorientado Dembélé.

ADAPTACIÓN FUTBOLÍSTICA

Arturo Vidal aterrizó en Barcelona como el relevo de Paulinho, un jugador contemplado como un elemento extraño en la plantilla por su perfil futbolístico. Las estadísticas del brasileño y del chileno demuestran que Valverde necesita un jugador de estas características: verticalidad, apto para hacer la presión alta, con llegada al área rival, remate... Vidal aportaba respecto a su antecesor que mira el retrovisor y no tiene problemas para correr hacia el área propia para defender.

El hándicap de Vidal fue que llegó del Bayern Múnich con problemas en la rodilla y tuvo dificultades para sintonizar el estilo. Tuvo muy pocos minutos y menos titularidades y Arturo Vidal estalló, en una concentración de Chile y a través de las redes sociales. Tras una conversación técnico-jugador, la mano izquierda de Ernesto y la bonhomía de Arturo permitieron reconducir la situación.

El centrocampista llega a la recta decisiva de la temporada pletórico, olvidadas las molestias físicas y convertido en pieza clave cuando el equipo dibuja un 4-4-2 que busque presionar arriba y en el mediocampo. Arturo sigue sin ser la mejor opción cuando el Barça busca posesión del balón, pero es imprescindible cuando el equipo quiere explotar el contragolpe y libera de trabajo a Messi y Suárez. Y es una realidad que el equipo de Valverde busca el triunfo con el dominio posicional, pero también con las transiciones rápidas a la contra.

ESTABILIDAD PERSONAL

En un principio, dejar Múnich por Barcelona tuvo un importante coste personal para Arturo Vidal. Separado de su esposa Maria Teresa Matus, el chileno vivió con disgusto la separación inicial de sus hijos hasta que llegó a un acuerdo con su 'ex' y esta aceptó instalarse en Barcelona.

Vidal ha puesto todos los medios para que Marité, sus hijos y su entorno se encuentren a gusto en Catalunya y la cercanía familiar le ha permitido centrarse en el fútbol sin distorsiones emocionales, una vez que ha rehecho su vida personal en todos los sentidos.

INTEGRACIÓN EN EL VESTUARIO

Lo cierto es que en este aspecto es en el que menos dificultades ha encontrado 'King Arturo'. Desde el principio fue muy bien recibido por los diferentes grupos de la plantilla.

Si la sintonía fue casi natural con los futbolistas sudamericanos y los españoles, por la facilidad del idioma, el chileno ha mostrado que su alegría y buen humor no conoce fronteras. Auténtico trotamundos que tras dejar Chile ya ha pasado por la Serie A y la Bundesliga, es un auténtico aglutinador, que bromea con el germano-ghanés Boateng, apadrina al francés Dembélé o charla con Busquets, Piqué y Jordi Alba. 

Esa facilidad para llevarse bien con todos, similar a la que demostraba Dani Alves en su día, era necesaria y el Barça se beneficia de ella. Su nobleza y su espíritu de sacrificio en beneficio del colectivo han hecho el resto para que se gane el respeto y la estima de compañeros y técnicos.