Las conclusiones de Xavi tras un año en el banquillo del Barça

El técnico tiene muy claro que si no gana títulos no seguirá, pero está convencido de que llegarán esta misma temporada

El egarense disfruta de unos días de desconexión pero viajará a Qatar para seguir el Mundial en primera persona

Xavi Hernández, entrenador del FC Barcelona

Xavi Hernández, entrenador del FC Barcelona / EFE

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Xavi ha vivido probablemente algunos de los meses más intensos de su vida. Hace un año debutaba en el banquillo del Barça cumpliendo un sueño. Un regalo envenenado, porque se hacía cargo del Barça post-Messi: un equipo deprimido con menos talento que otras temporadas. Y lo hacía como solución agónica, como la última gran esperanza de recuperar el hilo conductor de Cruyff y Guardiola.  

Xavi hacía tiempo que perseguía el banquillo del Barça. Quería escoger su momento y en sus propios términos, que no pasaban por foguearse antes por el filial. La oportunidad le llegó en plena crisis. Tras decir que no a Bartomeu meses antes y constatar, también, las dudas de Laporta, que tenía sus reservas por su inexperiencia en banquillos de élite y por su pasado en la candidatura de Víctor Font. La situación se fue desenredando por dos motivos: en primer lugar porque Laporta necesitaba un revulsivo. Y en segundo, porque se sentaron y tuvieron largas conversaciones. 

Laporta comprobó en primera persona la ambición y el entusiasmo de Xavi. También su optimismo, un aspecto del temperamento del técnico que gusta especialmente a Laporta. Pero, sobre todo, que tenía un plan para el equipo que pasaba por una apuesta radical por un estilo que, según Laporta, se estaba diluyendo con el equipo en manos de Koeman. El compromiso de Xavi fue más allá de lo futbolístico. Puso dinero de su propio bolsillo para pagar la cláusula de salida de Al-Sadd porque el Barça sufría de fair-play financiero. 

El (falso) punto de inflexión

En el relato que hace Xavi de sus primeros meses hay un punto que marca la planificación de este verano. El técnico destaca la influencia de los fichajes de invierno y la reacción del equipo, que tiene su punto álgido en la victoria en el Bernabéu. Pero también apunta a que el equipo, a partir de ese momento, pinchó físicamente y se hundió

Caer en la Europa League contribuyó a la caída anímica del equipo, que perdió uno de los alicientes que tenía. Tras lo ocurrido Xavi sacó sus propias conclusiones y el mensaje fue claro: la plantilla necesitaba una revolución que tenía que traducirse en fichajes importantes. El club, y la dirección deportiva, estuvieron de acuerdo en el diagnostico y llegaron todos las incorporaciones que pidió con dos excepciones: Azpilicueta y Bernardo Silva. 

Tras unos meses, y a pesar del varapalo de la Champions, el mensaje de Xavi a Laporta ha sido claro: está convencido de que se ganarán títulos esta misma temporada, sobre todo LaLiga. El egarense está muy contento de la reacción del equipo tras la semana trágica (las derrotas ante el Inter y el Madrid) y cree que, si sigue recuperando algunos de los lesionados, el equipo dará un salto hasta final de temporada. Ahora tiene previsto viajar a Qatar para desconectar y disfrutar del campeonato y, después, volver de cara al regreso de los entrenamientos el día 5. Xavi tiene claro el objetivo: cree que si no gana títulos no seguirá, pero está convencido de que llegarán esta misma temporada.