Las claves de la dura derrota del Barça en el clásico
El equipo azulgrana notó las ausencias de cuatro titulares y volvió a demostrar debilidad psicológica
Falta talento y desequilibrio arriba; Xavi no tiene el 'plantillón' que dijo tener
La derrota del Barça ayer en el clásico de Copa del Rey contra el Real Madrid fue inapelable. No valen excusas y Xavi no quiso ponerlas. Se puede debatir si las manos de Alaba son penalti o si le cometieron falta a Lewandowski cuando fue a buscar el rechace de Courtois justo antes que el Madrid dibujara una contra perfecta en el 0-1. Pero a los azulgrana les irá mejor si saben hacer autocrítica y ver en qué fallaron y porqué.
El equipo azulgrana perdió con justicia porque después del primer acto, en el que no estuvo mal, se deshizo como un azucarillo en el segundo, en el que volvió a mostrar con crudeza algunas de las carencias que todavía no se han resuelto pese a que se está en el camino de hacerlo. Pero todo requiere tiempo y más cambios.
La revolución que se empezó en verano pasado todavía no se ha terminado y el Barça debe corregir y mejorar muchas cosas para volver a ser un equipo competitivo en todos los grandes partidos, en eliminatorias donde se exige lo máximo y no se pueden cometer errores o mostrar flaquezas.
El 0-4 es un resultado muy duro y hay algunas claves que pueden explicarlo. En SPORT apuntamos unas cuantas.
1-. Las lesiones y una plantilla limitada
El Barça jugó el partido de vuelta sin Frenkie de Jong, Pedri, Dembélé y Christensen, cuatro titulares indiscutibles. Demasiados. Además, ocupantes todos ellos de una línea diferente en el campo. El centro del campo fue el más tocado porque sin el holandés se perdió a un futbolista capaz de superar líneas de presión, con llegada arriba y con la personalidad de aguantar la pelota en momentos complicados y qué decir de Pedri.
Sin el canario, la sala de máquinas se queda sin magia, sin capacidad de inventiva, con muy pocos jugadores clarividentes y con capacidad para dar esa asistencia final. Y, también, con un poco menos de gol porque Pedri, antes de lesionarse, pasaba por un momento dulce de cara a portería.
En la Liga, el Barça ha podido ir trampeando las bajas, pero en las competiciones más cortas como la Champions y la Europa League y en duelos claves las ha notado demasiado. Araujo, Koundé y Christensen no estuvieron en el Barça-Inter y De Jong no jugó en el Giuseppe Meazza.
En la vuelta en Old Trafford contra el Manchester United Gavi, Pedri y Dembélé tampoco pudieron jugar. El 'plantillón' que Xavi dijo tener en verano se ha demostrado que no era tal. El Barça tiene un muy buen once pero va justo de fondo de armario.
2-.El factor psicológico
Si que es verdad que es muy duro pasar del 1-0 en la clara ocasión de Lewandowski al 0-1 con el gol de Vinicius. Fue un gol de los llamados psicológicos, si. Lo que ya no es tan normal es que el equipo no se repusiera del golpe y no tuviera respuesta al contratiempo.
El Barça se vino abajo muy fácilmente. Xavi ha hablado en muchas ocasiones de falta de madurez pero en su plantilla hay jugadores jóvenes, cierto, pero también muchos otros experimentados. El problema mental se viene arrastrando desde hace muchos años. Cuando las cosas no salen o con el viento en contra este equipo sigue siendo demasiado débil.
En competiciones como la Champions o en eliminatorias duras hay que tener otra mentalidad.
3-.Poco desequilibrio en ataque
La lesión de Dembélé ha dejado al Barça sin capacidad de desequilibrio. Falta talento arriba. Raphinha, pese a que en su banda le defendía Camavinga, que no es lateral, no pudo generar peligro y apenas se marchó en el uno contra uno.
Ferran Torres y Ansu Fati tampoco aportaron nada con su entrada en el terreno de juego. Precipitados, no cambiaron el signo del partido en ningún momento. Entraron como revulsivos pero se contagiaron del ambiente. Los dos siguen lejos de su mejor forma y no marcan diferencias en los partidos grandes.
Sin Dembélé, no hay en la plantilla ningún jugador con regate, capaz de zafarse de su marcador por talento individual o por velocidad. El Madrid, en cambio, ayer tuvo en los brasileños Vinicius y Rodrygo, a dos jugadores con mucho peligro y con capacidad de desborde.
4-.Lewandowski estuvo muy solo
El delantero polaco acabó desesperado. Xavi insiste en que deben buscarlo más pero al equipo le cuesta. Tuvo una gran ocasión al final del primer tiempo y otra con empate a cero, un bagaje demasiado pobre para el referente ofensivo de todo un Barça.
Es una realidad que Lewandowski todavía no ha recuperado el nivel que tenía antes del Mundial y que pese a su doblete ante el Elche, le está costando más participar en el juego y conseguir remates a puerta.
Su irregular partido, además, contrastó con el 'hat trick' de Benzema, en el duelo de goleadores del clásico. El francés lleva seis goles en los dos últimos partidos y dio la sensación de estar en el tramo decisivo de la temporada en su mejor momento.
5-.Vinicius, esta vez, si pudo con Araujo
Hasta el clásico de la Liga, en que el duelo se igualó, Araujo siempre había salido vencedor en el enfrentamiento particular con el brasileño. Ayer en las semifinales de la Copa del Rey, Vinicius encontró el antídoto para el marcaje del uruguayo.
El polémico jugador madridista -no se cansó de exagerar caídas, provocar a los jugadores y al público- fue un auténtico dolor de cabeza para Araujo, del que se fue en muchas ocasiones. Ganó el 70% de los duelos y fue el delantero madridista que más ocasiones creó y el que más regates exitosos realizó.
Buena parte del éxito del Barça en los otros clásicos se debía al buen marcaje que Araujo había realizado al brasileño, el jugador más desequilibrante del Madrid. Cuando las tornas en este duelo particular cambiaron, el equipo azulgrana sufrió y perdió.
6-.Errores defensivos impropios
En el 0-1, el Barça no supo frenar la contra en el momento oportuno, en el 0-2 Sergi Roberto estuvo tibio en la presión a Modric y Marcos Alonso y Koundé no se entendieron en los movimientos dejando muy solo a Benzema para que rematara a placer. Y el tercero es un error imperdonable de Kessie, que fue muy imprudente al meter el pie dentro del área justo delante del árbitro.
Son errores defensivos que un equipo grande no debe cometer en partidos que son como 'finales'. Hasta el día de ayer, el equipo de Xavi había mostrado una solidez espectacular en esta faceta pero en el clásico no estuvo a la altura.
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