Cinco cosas que no sabes de Dybala, verdugo del Barça en la Champions

Javier Giraldo

Javier Giraldo

Después de sus dos goles en el partido de la Juventus ante el Barça en la ida de los cuartos de final de la Champions, el nombre de Paulo Bruno Ezequiel Dybala, nacido el 11 de noviembre de 1993, ha saltado definitivamente a las primeras páginas de los diarios de media Europa, confirmando que el delantero de la Juventus ha dejado de ser el delantero del futuro para serlo del presente. 

1. Batiendo el récord de Kempes en Instituto

Instituto Atlético Central de Córdoba, apodado la Gloria, es un modesto club de la Segunda división argentina: allí empezó a destacar Dybala desde muy pequeñito, cuando su padre lo llevaba a entrenar cada día desde su pueblo natal, Laguna Larga, a 55 kilómetros de Córdoba.

Se incorporó al club con diez años: se presentó a una prueba y el responsable del fútbol base, Santos Turza, le fichó de inmediato. “Solo le dije que se quitara la camiseta de Boca: nene, no se puede venir acá con la camiseta de otro club”.  

Con 17, se convirtió en el goleador más joven de la historia del club. Superó así la marca que había establecido en su día Mario Alberto Kempes, uno de los mitos del fútbol argentino, también nacido en la provincia de Córdoba, también salido de la cantera de Instituto. Poco después, Dybala firmó por el Palermo, por lo que nunca llegó a jugar en la Primera división de su país. 

2. Un drama a los 15 años

Cuando Paulo tenía 15 años, en septiembre de 2006, su padre, Adolfo, falleció repentinamenteDybala tuvo la tentación de dejar el fútbol: dejó de ir a diario a Córdoba a entrenarse, decidido a aparcar su vocación futbolística, aunque aquella decisión solo duró unas semanas. Los dirigentes de Instituto le convencieron para regresar al club. Se instaló definitivamente en Córdoba, en la pensión del club., en las instalaciones de La Agostina. Volvió al fútbol con más determinación que nunca.

“Cuando entro a la cancha le pido fuerzas a mi viejo, y si me toca hacer un gol, se lo agradezco, porque seguro desde arriba me debe estar ayudando muchísimo”, explica. Tiene dos hermanos mayores, Gustavo y Mariano, futbolistas amateurs, que ayudan a su madre, Alicia, a regentar la administración de loterías que mantienen en su pueblo, Laguna Larga, llamada ‘La favorita’. Su abuelo, Boreslaw Dybala, nació en Polonia, por lo que Dybala también tiene el pasaporte polaco. 

3. La Joya de Córdoba

Nadie conoce mejor la trayectoria de Dybala que el periodista argentino Marcos Villalobo. En el segundo partido de Dybala con Instituto, el periodista le bautizó La Joya, pronosticándole un futuro brillante. No se equivocó. “La joya que tienta”, se titulaba la crónica del diario ‘La Mañana de Córdoba’ del 25 de agosto de 2011. “Al verle la pegada, llamaba la atención. Era un diamante en bruto, y empecé a poner en los títulos de las notas La Joya.

A los hinchas de Instituto les gustó, fundamentalmente en redes sociales, y se popularizó, cuenta el periodista. El apodo se mantiene, hasta el punto de que sus propios compañeros le llaman así. “Antes de los partidos, Bonucci me lo dice a menudo, ‘vamos, Joya, hoy hay que ganar”, confesaba Dybala a ‘El Gráfico’. 

4. El atrevimiento del dorsal 21

En el verano de 2015, la Juventus pagó 32 millones de euros por su traspaso. Se convertía así en el octavo jugador argentino más caro de la historia. A su llegada a Turín, a Dybala no le tembló el pulso a la hora de elegir dorsal: se quedó con el 21, que había dejado libre un jugador de la envergadura de Pirlo. También le informaron de que el 21 había sido el dorsal de Zidane.

Lejos de amilanarse, a Dybala se le multiplicó la motivación. “En Instituto jugué siempre con el 9, en Palermo también, y cuando llegué acá la 9 la tenía Alvaro Morata y él iba a seguir con ese número. Se iba Andrea Pirlo, un ídolo que llevaba ese número. Pero lo agarré igual. El 21 es como la 10 en la Juventus, un número importante. Fue también como para ponerme a prueba, porque más allá del peso de la camiseta, quería probarme con el peso de ese número que representa tantas cosas acá”. 

5. Riquelme y Ronaldinho, sus primeros ídolos

De chico quería parecerme a Riquelme y a Ronaldinho”, confesaba Dybala El País. El delantero también se declara un gran admirador de Messi, al que conoció cuando fue convocado por primera vez con la selección argentina absoluta, que estaba a cargo del Tata Martino. Leo estaba tratándose con el fisioterapeuta y por allí apareció Dybala. “Fue una sensación rara”, explicaría poco después, incapaz de descifrar los nervios que sintió al verse tan cerca de uno de sus jugadores de referencia.