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Cinco años del episodio más duro de Eric Abidal

Este martes se cumplen cinco años de la noticia sobre la enfermedad de Eric Abidal que heló la sangre del barcelonismo 

Eric Abidal, exjugador del FC Barcelona

Eric Abidal, exjugador del FC Barcelona / sport

Esther Blasco

Parecía un martes cualquiera. El Barça había tenido fiesta el lunes, después de empatar en Sevilla en partido de Liga. Eric Abidal había jugado los 90’. Lo había hecho de central para paliar la baja de Carles Puyol. Lo había hecho a un gran nivel. Como siempre.

Pero no fue un martes cualquiera. A última hora, hacia las 10 de la noche, cuando los telenoticias ya se habían acabado y las redacciones de los periódicos estaban a punto de cerrar sus ediciones el club emitía un comunicado que dejaba la sangre congelada. Este martes se cumplen cinco años de aquella noche trágica que, afortunadamente, tuvo final feliz.

Eric Abidal sufre un tumor en el hígado. Por petición del jugador pedimos que se respete al máximo su derecho a la privacidad”, apuntaba el comunicado. Fueron unos momentos duros, especialmente para el jugador, pero también para un barcelonismo que nunca había tenido que enfrentarse a una situación de shock como aquella. Desgraciadamente, meses después el Barça se vería obligado a convivir con la maldita palabra, tras la recaída del propio Eric y la enfermedad de Tito Vilanova.

Al jugador le detectaron que algo no iba bien durante un control rutinario con el equipo. “Mi enfermedad no fue por accidente. Es Dios quien me puso el desafío”, suele decir ahora el francés cuando recuerda aquel episodio.

Abidal dio una demostración brutal de entereza y espíritu de lucha durante todo el proceso. Al día siguiente de que el club hiciera pública su enfermedad, y horas antes de someterse a una operación para extirpar la parte de hígado afectada, el francés se reunió con sus compañeros en el vestuario durante diez minutos. Fue él quien los animó y bromeó diciendo que estaría disponible para el próximo partido.

El francés era operado el 17 de marzo por el equipo del doctor Josep Fuster Obregón en el centro BarnaClínic, adscrito al grupo Hospital Clínic de Barcelona. Solo un mes y medio después, el 3 de mayo, el defensa reaparecía en una convocatoria. Pep Guardiola incluyó al jugador en la lista para medirse al Madrid, en la vuelta de las semifinales de Champions. Abidal jugó y el Barça se clasificó para la final de Wembley. Nunca olvidará el momento en el que sus compañeros le cedieron el honor de levantar la copa.

Sin embargo, el desenlace feliz se vio interrumpido un año después de que a Eric le detectaran el cáncer por primera vez. Como si se tratara de una pesadilla, la historia volvía a repetirse. A media mañana del día 15 de marzo de 2012 el Barça recurría a sus medios para emitir un comunicado: “Durante las próximas semanas Eric Abidal será sometido a un trasplante de hígado”, una opción que a pesar de estar contemplada desde el inicio de su enfermedad volvió a caer como un jarro de agua fría en el vestuario.

El 10 de abril de 2012 Abidal volvía a entrar en quirófano para someterse a un trasplante, a manos del equipo del doctor Juan García Valdecasas, después de que su primo Gerard superara las pruebas de compatibilidad y se convirtiera en su donante y salvador.

Casi un año después, el 6 de abril de 2013, el mismo día en el que Tito Vilanova también reaparecía en el banquillo después de tres meses tratándose en Estados Unidos, el jugador volvía a ganar su batalla a la enfermedad. Abidal reaparecía sobre un terreno de juego, ante el Mallorca, 402 días después de su último partido oficial.

Hoy en día, ya retirado, Eric dedica su experiencia, sus recursos y su tiempo a ayudar a personas que sufren una situación parecida a la suya a través de la Fundación Eric Abidal. Fundada en septiembre de 2013, el exazulgrana y su esposa, Hayet, devuelven a través de sus proyectos el cariño que recibieron en su día. 

En este enlace puedes leer la entrevista que Eric Abidal ha concedido a SPORT coincidiendo con los cinco años de aquella terrible noticia.