Christanval, un talento para la joyería

Jordi Gil

Jordi Gil

Philippe Christanval es uno de aquellos nombres que los culés guardan en la memoria de la época oscura bajo el mandato de Joan Gaspart. Carles Rexach, el responsble de las operaciones deportivas de la época, se encaprichó de él y el Barça cerró un fichaje que incluso sorprendió a los propios dirigentes del Mónaco, su club de origen. "¿Seguro que preguntáis por Christanval?", fue la primera respuesta que se encontró el Barça cuando pidió precio por el futbolista. Evidentemente, el Mónaco no puso pegas a su venta y se embolsó 7 millones de euros.

Christanval estuvo dos temporadas en el Barça, disputó 47 partidos y en el inicio de la 'era Laporta' tuvo que marcharse. No daba el nivel y no entraba en los planes de Frank Rijkaard. Se marchó al Olympique de Marsella, previo paso por el Fulham, donde dio sus últimos coletazos. Christanval se retiró a los 30 años y se dedicó a partir de entonces a su gran pasión, la joyería.

El francés montó una tienda en el centro de Londres, donde pudo desarrollar su hobby. En el fútbol nunca demostró una pasión especial. Seguramente porque su vocación pasaba por un mundo muy distitno.