La hora de los valientes

Previa Chelsea - Barça

Previa Chelsea - Barça / Marc Creus

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Hay rivalidades heredadas y rivalidades que nacen de episodios memorables. Los Barça-Chelsea forman parte del segundo grupo. Varias son las imágenes que permanecen inalterables en el imaginario colectivo del aficionado culé.

La brutal entrada de Del Horno que dejó un hoyo en la rodilla de Messi. Los segundos de locura que siguieron al Iniestazo. La teatralización habitual de Mourinho. O el día que Ronaldinho golpeó el balón como si tuviera un palo de golf. Pero sobre todo Stamford Bridge remite al barcelonismo al lado oscuro.

A una tierra de hostilidades. A un equipo que ha sido una suerte de némesis del Barça. Desde el prisma blaugrana es un conjunto mezquino. Durante mucho tiempo el Chelsea fue el equipo que más provecho sabía sacar a los errores del rival. El peor rival posible para el Barça, porque pocos equipos han logrado una eficacia parecida en el juego de contragolpe. 

Si jugar bien al fútbol se define por la precisión con la que se lleva a cabo un plan, el Chelsea de Mourinho jugaba muy bien al fútbol. Lo recordaba Cesc, por aquel entonces en el Arsenal, irónicamente ahora en el Chelsea. “El gran problema para el Barça serán las medidas de Stamford Bridge, allí cada pase largo es una ocasión de gol”.

Eso sí, la propuesta estaba a las antípodas del Barça más sofisticado que se recuerda. Ese antagonismo, con dos personalidades tan atractivas como Guardiola y Mou, fue la mecha que incendió una rivalidad que se mantiene a día de hoy. 

Ahora el banquillo del Chelsea es propiedad de un enemigo público de Mourinho, “un hombre pequeño”, en palabras del italiano. Pero los blues siguen siendo un equipo que disfruta del contragolpe y de la intensidad. Si algo no admite Conte es la falta de pasión. “Si tuviera que ir a una guerra me iría con él”, asegura Arturo Vidal, que lo conoce bien de su etapa en la Juve. 

La batalla de Conte

Conte no juega para divertirse. Y menos hoy ante el Barça de Messi. Al conjunto azulgrana le espera una batalla en toda regla. Lo sabe el 10 que tiene en el Chelsea su particular hueso. En sus pies estará la llave de la eliminatoria. Su mejor versión es inalcanzable para cualquier rival. Pero hasta la fecha todavía no sabe lo que es marcarle un gol al conjunto inglés.

Su incidencia en el juego del Barça es parecida a la de Hazard en el Chelsea. El belga vive su particular madurez futbolística. Acapara gran parte del juego blue, sortea rivales, tiene gol y un gran sentido del juego vertiginoso del Chelsea. El partido exige jugadores con personalidad en un partido para valientes.

El Barça sabe que necesita un gol para enderezar la eliminatoria. Pero habrá que ver que versión plantea Valverde. El interior derecho es la gran incógnita.

Paulinho, Aleix Vidal y André Gomes se disputan un sitio en el equipo. El gran reto del conjunto azulgrana será salir a flote del ritmo Premier que impone el Chelsea. Para eso se espera que el Barça junte las líneas con un 4-4-2 que le ha dado mayor solidez esta temporada. No lo tendrá fácil en un partido que se espera que sea muy físico y que el Chelsea lleva preparando desde hace semanas.