"Pep Segura lloró cuando De Jong firmó por el Barça"

Cetinkaya desvela algunos jugosos detalles del proceso de fichaje

SPORT.es

Hasan Cetinkaya, representante de Frenkie de Jong, desvela algunos jugosos detalles del proceso de fichaje del centrocampista holandés por el FC Barcelona a principios de año tras unas complicadas negociaciones con el Ajax de Ámsterdam y a pesar de la presión del PSG, entre otros clubes.

En una entrevista concedida a 'Aftonbladet', Hasan Cetinkaya recuerda cómo la intervención del presidente blaugrana Josep Maria Bartomeu convenció a De Jong para firmar por el Barça. 

Cetinkaya recuerda la primera reunión  al respecto con los responsables del Ajax, Marc Overmars (director deportivo) y Edwin van der Sar (CEO) que se planteaban traspasar a Frenkie De Jong por 40 o 50 millones de euros. "Les dije: 'No deberíamos venderlo por 50 millones de euros. Lo venderemos por 100 millones de euros. No solo estableceremos el récord para un club holandés, haremos la mayor venta de un jugador holandés'. Y de repente había una atmósfera absolutamente fantástica en la habitación".

Cetinkaya considera que la pugna por contratar a De Jong derivó casi en una batalla. "Se convirtió en un tira y afloja, donde PSG, Manchester City y Juventus hicieron casi todo para conseguir a Frenkie. Pero el Barcelona siempre había sido su primera opción, su fútbol estaba en juego,  su ADN", recalca.

El agente de Frenkie reconoce que los negociadores del Barça también sufrieron. "Tuvieron una presión tremenda para lograr el acuerdo", hasta el punto que cuando De Jong firmó, se desbordaron los sentimientos: "Nunca había vivido algo así", confiesa Cetinkaya. "Los responsables deportivos del Barcelona estaban tan aliviados que el entonces mánager deportivo Pep Segura empezó a llorar tan pronto como se escribieron los documentos".

Hasan Cetinkaya no tiene problemas para añadir que "cuando lo vi, también me emocioné y derramé una lágrima, y es muy raro que llore". De la tensión, a la alegría porque una vez cerrado el acuerdo "hubo un abrazo, hubo champán y luego yo, Ali [Durson, otro agente], Frenkie y toda su familia fuimos a un restaurante realmente bueno en las montañas al que nos invitó el Barcelona. Bebimos el mejor vino de España, comimos un filete fantástico y todo el mundo reía y estaba contento".