El casting de los extremos: dos sistemas y una incógnita

Desde el primer día lo dejó claro: "quiero jugar con extremos". Y desde el primer día Xavi está teniendo que buscar soluciones imaginativas para hacerlo. La contradicción está ahí: Xavi no ha podido disponer de extremos que puedan hacer lo que les pide con naturalidad.

Los dos únicos futbolistas de la primera plantilla que responden a ese perfil son Ansu y Dembélé, y el francés solo estuvo disponible, a medias, ante el Benfica.

Frente a este escenario Xavi ha optado por dos caminos. El primero, que aunque ocupen la banda futbolistas que no son extremos abran igualmente el campo. Y el segundo, probar a futbolistas que no son de la primera plantilla pero que sí responden más al perfil de extremo.

La llegada del egarense ha cambiado el rol de los delanteros, que con Koeman tendían a jugar más por dentro con los laterales asumiendo funciones de extremos. Xavi además ha introducido la variable del 3-4-3, un sistema más arriesgado que el 3-5-2 de Koeman, que cuando se defendía se convertía en una defensa de cinco.

Xavi ha estado haciendo pruebas, sobre todo en el extremo derecho donde ya han jugado Ilias, Abde, Demir y Dembélé en solo dos partidos. También en el extremo izquierdo ha hecho su particular casting.

Ante el Espanyol, con un 4-3-3, empezó con Gavi y terminó con Coutinho. Y ante el Benfica, en un 3-4-3, probó a Jordi Alba. Ante los portugueses recuperó a Dest, otro comodín más para ocupar cualquiera de las dos bandas.

El desfile de extremos no muestra la indefinición del técnico, sino la búsqueda de soluciones para ejecutar un plan que considera innegociable. Ante el Villarreal habrá que ver por qué extremos se decanta.

La primera duda es qué sistema usará. Xavi habló de "partidazo" ante el Benfica, así que no sería descartable que insista con el 3-4-3. La situación de Dembélé sigue marcando el once. Aún no está para jugar noventa minutos,, así que apunta al banquillo. A partir de aquí varios futbolistas compiten por ocupar el extremo derecho.

Abde es el perfil que más se parece al francés y cuenta con virtudes y defectos parecidos. Ante el Espanyol demostró que tiene el atrevimiento de los extremos clásicos. También esa estética vintage con las medias bajas y la cabeza en el suelo. Como Dembélé, su fútbol está conectado al riesgo. Cuando recibe el balón encara una y otra vez.

Ante el Benfica no estuvo ni convocado, al no estar inscrito en la Champions, y jugó Demir. El austriaco merodeó el gol pero se encontró con el travesaño. También dejó claro que es un perfil distinto. Un mediapunta reconvertido a extremo con tendencia a salir del regate hacia dentro al ser un zurdo jugando en la derecha. Sus movimientos, salvando las distancias, recordaron, en este sentido, más a los de Messi que a los de Dembélé.

También Ilie sería más este perfil de futbolista. El de un segunda punta que tiende a jugar por dentro y que está más conectado al juego que un extremo puro.

En sus primeros 45 minutos con el primer equipo fue de más a menos. Pero sobre todo le faltó algo más de atrevimiento en una posición donde Xavi quiere que encaren constantemente a su defensor.

A la espera de poder contar al cien por cien con Dembélé y Ansu, Xavi no renuncia a las bandas. El casting seguirá en Villarreal.