Carulla, la desdicha de un gigante

Pilar azulgrana en la década de los años veinte, falleció a los 36 años de tuberculosis

Sorprendentemente, ningún medio informó del obituario del pundonoroso centrocampista azulgrana, motivo por el cual, hasta ahora, se desconocía la fecha de su fallecimiento

Domènec Carulla, en una imagen tomada en el campo de Les Corts

Domènec Carulla, en una imagen tomada en el campo de Les Corts / Familia Carulla

David Salinas

David Salinas

El inexorable paso del tiempo ha sepultado la dura historia de Domènec Carulla Bertran, centrocampista del Barça entre 1922 y 1930. Honradez, nobleza y liderazgo fueron sus virtudes sobre el terreno de juego. Futbolista de carácter y un potente físico, brilló junto a Agustí Sancho y Ramón Torralba en una de las míticas medulares del equipo azulgrana de la Edad de Oro.

Carulla vino al mundo a las 7 de la mañana del 2 de enero de 1903 en el humilde domicilio familiar de los igualadinos Magí Carulla Canals y Julia Bertran Estruch de L’Hospitalet de Llobregat. Se inició en las filas del Internacional, el equipo del que salió Josep Samitier. Posteriormente, el conjunto de la estrella se fusionó con el Centre d’Esports Sants para dar vida a la Unió Esportiva Sants en 1922. Carulla, un medio izquierdo que se dejaba ver por su figura, llegó al Barça ese mismo año, debutando en un amistoso contra el Athletic en Les Corts (3-0) el 4 de junio. 

Ida y vuelta

Sin embargo, por duplicidad de licencia, en julio volvió a las huestes santsenses, donde siguió jugando un año más, hasta mayo de 1923 para reaparecer como azulgrana en un amistoso contra el Ilford (2-2) y debutando oficialmente el 21 de octubre ante el Sabadell (2-1) en el Campionat de Catalunya. Cerró su etapa barcelonista siete años después, el 21 de septiembre de 1930, contra el mismo rival, en el mismo escenario y competición y repitiendo resultado. Durante este tiempo se alineó en 121 partidos oficiales (9 goles) y, desde su debut contra el Athletic, jugó otros 153 amistosos (7 goles).

Fue campeón de Copa en tres ocasiones (1925, 1926 y 1928) y del Campionat de Catalunya en cinco (1923-24, 1925-26, 1926-27, 1927-28 y 1928-29). También fue campeón de la primera Liga (1928-29), aunque no llegó a jugar. Integró la selección olímpica española que disputó los Juegos de París 1924 y fue internacional absoluto por España en una ocasión: 29 de mayo de 1927, en un amistoso jugado en Madrid contra Portugal (2-0).

Los problemas de Carulla, a quien se le recriminaban sus excesivas filigranas, empezaron en noviembre de 1928, cuando se lesionó en la rodilla izquierda en un partido contra el Terrassa (3-1) en Les Corts. Hasta entonces siempre fue titular indiscutible. Estuvo un año en el dique seco. Un año de sufrimiento. El Barça le organizó un homenaje el 1 de enero de 1929 para aliviar su situación económica, evento que quedó deslucido por el mal tiempo. Regresó casi un año después, el 13 de octubre de 1929, contra el Badalona, recayendo y complicándosele la lesión.

Dispensado dos meses por el club, llegó a tratarse en Alemania entre enero y febrero de 1930, donde fue intervenido en Múnich, abonando el Barça parte de las facturas médicas. El 23 de febrero de ese año debutó en la Liga, en Santander (2-1), formando línea con Castillo y Guzmán y sus apariciones ya fueron esporádicas. En junio fue declarado transferible por 5.000 pesetas y a finales de julio, al no experimentar cambio alguno su situación, el Barça le concedió la carta de libertad.

Aceptó una oferta del Celta, donde jugó de octubre a diciembre de 1930 y, después de tres meses de inactividad, reverdeció laureles en el Sants jugando de delantero centro. Su físico todavía le dio alguna jornada de gloria en el Campionat de Catalunya de segunda categoría, como en un Sants-Horta (4-1) del 29 de marzo de 1931 en el que firmó tres goles.

Declive

Retirado poco después, los problemas siguieron cebándose en Minguet, como así le llamaba su esposa Antònia Comas Codina, enfermera, con la que tuvo dos hijos: Joan (1925) y Mingo (1934). Vivió gracias a un pequeño negocio hasta que, con la guerra, fue expropiado de su casa de la calle Aragó. Entonces se le manifestó una enfermedad (tuberculosis) que lo internó en varios sanatorios: Hospital Clínic, Antituberculós de Santa Fe del Montseny y Esperit Sant de Santa Coloma de Gramenet, rebautizado Màxim Gorki tras ser tomado por la CNT en 1936.

El Barça, que gestionó el caso Carulla a través del Comité de Empleados, organizó un partido en su beneficio el 15 de agosto de 1937 en Les Corts. La UE Sants le brindó otro el 12 de septiembre. La entidad azulgrana dio trabajo en las oficinas a su esposa Antònia, a la que también ayudó económicamente con un préstamo de 1.200 pesetas en agosto de 1938. Carulla falleció el 31 de diciembre de 1939 en el hospital Esperit Sant de Santa Coloma de Gramenet. Tenía 36 años. Fue enterrado en el cementerio municipal de Santa Coloma el 1 de enero de 1940. A partir de ahí, sorprendentemente, el silencio. Ningún medio informó de su muerte, motivo por el que, hasta ahora, se desconocía la fecha exacta de su deceso. Su esposa Antònia, tres años mayor que él y fallecida en 1999, lo sobrevivió casi 60 años...

Joan y Jordi Carulla, nietos de Domènec, también jugaron al fútbol, aunque no bajo la disciplina azulgrana. Joan lo hizo en el Don Bosco y el Calafell y Jordi, entre otros equipos, en el Juvenil del Espanyol (1980-81). Judith, hija de Jordi y biznieta de Domènec, sí volvió a vincular la solera del apellido Carulla a la historia del Barça en 2016 como jugadora del equipo Infantil de baloncesto femenino. Posteriormente siguió compitiendo en el CB Viladecans.