Carles Aleñá: de amigos a enemigos

Tras no tener continuidad con el Barça, salió cedido por primera vez al Betis en 2020

Este verano se ha convertido, a todos los efectos, en jugador del Getafe tras estar cedido el último medio año

Carles Aleñá durante su primer partido en el Camp Nou como rival del Barça

Carles Aleñá durante su primer partido en el Camp Nou como rival del Barça / Valentí Enrich

Adrià Fernández

Adrià Fernández

Este domingo volverá a pisar el césped del Camp Nou Carles Aleñá y volverá a hacerlo sin vestir la camiseta del Barça. La que lució durante 15 años y con la que tanto anheló triunfar desde que ingresó en los benjamines del club con tan solo ocho años.

Su deseo siempre fue el de triunfar como blaugrana y lo certificó cuando debutó con el primer equipo ante el Hércules en la ida de los dieciseisavos de la Copa, redondeando su estreno con el único gol del Barça aquella noche (1-1). Acabó ganando enteros y convirtiéndose en un habitual en el la medular blaugrana durante 2019.

Aquella temporada, la 2018/19, se convirtió en jugador del primer equipo en diciembre, debido a la baja de larga duración de Rafinha. Aquella campaña acabó disputando 27 enfrentamientos (20 de ellos durante la segunda vuelta del curso) y viendo puerta en dos ocasiones.

Dos becas ‘Séneca’

Lejos de tener continuidad con Valverde y tras ser castigado, injustamente, por un mal primer tiempo -de todo el equipo- en el debut liguero ante el Athletic Club, Aleñá probó a salir cedido en invierno rumbo al Benito Villamarín. El técnico extremeño tan solo le dio la oportunidad de participar en cinco partidos y se le abrió la puerta buscando más minutos.

Su etapa en el Betis fue complicada y, a pesar de tan solo perderse tres encuentros como jugador bético, tomó la dura y difícil decisión de volver a Barcelona para hacerse un hueco en la plantilla, convencido de poder demostrar su potencial.

Nada más lejos de la realidad: Koeman tan solo le permitió vestir de corto, nuevamente, en cinco partidos y volvió a tomar la misma decisión, en este caso, rumbo a Madrid. En Getafe logró asentarse y recuperar la sonrisa y participó en todos los partidos de los azulones desde que aterrizó en la capital. Este verano, definitivamente, Aleñá se ha desvinculado del Barça y desde entonces ya es jugador del Getafe a todos los efectos. 

De vuelta a casa

El de mañana será su tercer partido contra el Barça y el segundo en el Camp Nou como rival. Sensación agridulce. Volver a sentirse futbolista, pero haciéndolo sin vestir los colores que más siente. Aquel amigo convertido en enemigo tratará de romper la mala racha y sumar su primera victoria contra el club sus amores.