EL DEBATE SIGUE ABIERTO

Las dos caras de Frenkie de Jong

De Jong dio otro paso adelante ante el Atlético, pero los goles encajados agitaron el debate sobre si es el perfil más idóneo para ser el mediocentro en los partidos grandes. Flick elogió su actuación

Frenkie de Jong: "Es bueno ser líderes, pero tenemos que serlo a final de temporada"

Barça One

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Las reacciones a su encuentro ante el Atlético volvieron a confirmar que Frenkie de Jong sufre un escrutinio implacable. Aún con la resaca emocional de un duelo vibrante, Flick dijo su nombre como uno de los más destacados. Unos elogios que contrastaban con el ruido en las redes, donde se le acusaba de salir en la foto de algunos de los goles del Atlético.

Desde hace tiempo con De Jong las opiniones están cada vez más polarizadas, sobretodo desde el cambio de roles con Casadó, que ha perdido protagonismo tras ser un factor clave en los primeros meses.

Ante el Atlético, el ex del Ajax fue el mejor cómplice de Pedri con balón. Sus números, según datos de 'LaTdT', fueron casi inmaculados: no perdió una sola pelota, intervino 113 veces, jugó a uno o dos toques en el 59% de ocasiones, dio 18 pases a los delanteros y recuperó 11 balones.

Potenciando a Pedri

Su aportación fue clave para hundir al Atlético en su propia área en muchos momentos y también para potenciar a Pedri. La autosuficiencia de Frenkie con balón -es capaz de auxiliar a los centrales en salida de pelota y romper líneas con sus conducciones- permitieron a Pedri ganar altura.

El canario no solo fue el termómetro del Barça, también un mediocampista capaz de generar mucho peligro en la zona de tres cuartos. De Jong también estuvo muy activo en la recuperación de balones con 11, pero lo hizo de una manera distinta a la de Casadó. Mientras el canterano ejerce de ancla, con un juego más posicional, Frenkie suple su tendencia a descolgarse con su capacidad de recorrer grandes distancias.

Con todo, ante el Atlético se notó que en ocasiones le falta más agresividad en el repliegue o puntualidad para hacer faltas tácticas que pueden evitar situaciones de peligro. Así ocurrió en el segundo tanto del Atlético, donde trató de cortar la jugada, pero fue superado en una situación de uno contra uno en el mediocampo.

No es una situación nueva: De Jong siempre se ha sentido más cómodo con un mediocentro al lado capaz de hacer el trabajo sucio para poder jugar más liberado. Esta temporada ha demostrado que se complementa muy bien con Casadó. Pero esta vez Flick prefirió dar entrada a Eric Garcia, que jugó la recta final del partido como mediocentro acompañado por un De Jong que pasó a ocupar la posición de Pedri y un Gavi, que no entró bien al partido como mediapunta.

Con la salida de Pedri y Olmo, y la entrada de jugadores como Gavi o Fermín, el Barça perdió control y precisión. Tampoco Eric fue capaz de darle sentido al juego con balón del equipo. El gol en el 94' de Sorloth dejó un sabor amargo a un De Jong que reconoció que el equipo debe ser más sólido en los últimos minutos.

El duelo sirvió para constatar que De Jong crece en cada partido y que aprobó el examen, pero también agitó el debate sobre si es el perfil que más necesita el equipo para la posición de mediocentro en los partidos grandes.