"El carácter de Christensen es lo contrario de Alves"

En su país reconocen que es muy introvertido, pero niegan que no sepa gestionar los nervios

Recuerdan su papel en una final de Champions y sus actuaciones con Dinamarca

Andreas Christensen fichará por el Barça: así será su contrato

Andreas Christensen fichará por el Barça: así será su contrato / MAITE JIMÉNEZ

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Hace cuatro años, tras firmar su última renovación con el Chelsea, su padre le preguntó qué quería hacer. Hacerlo tenía sentido porque Andreas no es de esos tipos que van aireando sus opiniones ni mucho menos sus emociones. "Le pregunté si quería salir o ir a cenar fuera. Pero me dijo que no. Estaba pensando ya en el siguiente partido. Me dijo que solo quería ir a casa, pedir algo e irse a dormir".

Christensen se ha ganado la fama de tipo tímido. En su entorno y en los clubes que ha jugado. El danés es de ese de esas personas que miden sus palabras. "Es un futbolista que piensa mucho antes de hablar", señala Jesper Amster, periodista danés de TV 2 Sport. También le precede una imagen de tipo casero y destaca por su gran ética de trabajo.

Su disciplina ha hecho que sea muy valorado por los técnicos. Desde que fue señalado como un talento, le ha acompañado un relato de precocidad. Precocidad futbolística y madurez, cualidades que ya sonaban cuando apuntaba al primer equipo del Chelsea con solo 16 años. Christensen se fijaba en David Luiz y John Terry. Y lo hacía con un perfil bajo. Escuchaba y apenas hablaba.

Así juega Andreas Christensen

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"Es lo contrario de Dani Alves. Aquí siempre lo hemos visto como una persona tranquila y introvertida, que se siente cómodo en su casa con los suyos", recuerda Amster.

En las últimas semanas ha estado en el foco de la prensa inglesa por dos motivos. El primero, tras hacerse oficial que no seguiría en el Chelsea. Y el segundo, por autodescartarse para la final de la FA Cup.

Lo explicó así Tuchel: "Andreas vino el día de partido para hablar conmigo y me dijo que no estaba preparado para jugar. Tenía sus razones. Esas razones van a ser privadas y confidenciales".

En 2019, Maurizio Sarri, entonces técnico del Chelsea, fue más explícito: "En los días de partido siempre le duele la barriga. No sé las razones pero siempre está muy nervioso".

En Inglaterra se ha hablado de problemas para gestionar la ansiedad previa a los partidos. En Dinamarca niegan que sea algo recurrente en su carrera.

"No reconocemos algunas que han salido. Christensen es un jugador que sabe lo que es ganar una final de Champions y ser de los mejores. No lo veo frágil, no reconozco en ese perfil. Lo hemos visto también con Dinamarca. Creo que su cabeza no estaba en el Chelsea y por eso decidió no jugar".

Christensen tuvo que crecer con la presión de la comparación recurrente. Su compatriota Daniel Agger estaba en boca de todos cuando se referían a él. Todos proyectaban en Andreas una versión del exdefensa del Liverpool. El debate también era parecido: ¿Es suficientemente duro? ¿Es realmente un líder?

Christensen tuvo que ir cedido al Borussia Mönchengladbach dos temporadas para lograr su mejor versión. Ahí, sin los focos del Chelsea y con continuidad, ganó la confianza necesaria para volver y competir por estar en el once. Ahora, con 26 años, se sigue apuntando que le falta el punto de mala leche de los centrales dominantes.

En el Barça tendrá la oportunidad de demostrar que es uno de los mejores centrales del mundo. El estilo azulgrana, y la presencia de Araujo, le juegan a favor para ser la mejor versión de sí mismo.