El caótico almuerzo de directivas en Nápoles

Acorde con el desorden generalizado de Nápoles, el almuerzo entre las directivas del club napolitano y del Barcelona estuvo a la altura. Los dirigentes se citaron a la una en el Villa D'Angelo Santa Caterina, un restaurante de bodas, bautizos y comuniones situado en el barrio de Vomero, con vistas a toda la ciudad. 

No estaba previsto que acudiera Josep Maria Bartomeu, según habían comentado los responsables de prensa del Barcelona. Sin embargo, dos minutos antes de su llegada, los mismos responsables avisaron de que, efectivamente, el presidente blaugrana acudiría. No hizo declaraciones y lo cierto es que apenas se le vio porque llegó montado en una furgoneta con los vidrios tintados. Así que fue difícil ver su entrada en el restaurante, también porque había muchísima prensa esperando a los dirigentes. 

Antes que Bartomeu habían llegado los mandatarios del Nápoles, liderados por su presidente, Aurelio De Laurentiis, pero también la comitiva blaugrana, con Javier Bordas y Amador Bernabéu, entre otros. Al otro lado de la valla de entrada al restaurante, taxis pitando, coches en doble fila, prensa y paseantes que miraban qué ocurría. Todo un tanto caótico, la normal general en Nápoles.