La cantera sí se reivindicó en la Supercopa de Catalunya

German Bona

German Bona

Si las oportunidades están difíciles para la denominada 'segunda unidad', los canteranos suelentenerlo más caro todavía. En general, los futbolistas a los que dio minutos Ernesto Valverde en la Supercopa de Catalunya sí lograron reivindicarse. 

Tres de ellos fueron titulares. El capitán del Barça B Sergi Palencia fue el único que disputó los 90 minutos, que culminó con un penalti ejecutado a la perfección. Fue de menos a más, pues inició el partido con una indecisión en la cesión a Cillessen, que el holandés minimizó con maestría ante Piatti. Los seguidores habituales del filial saben que no cuajó su mejor partido y que su nivel habitual es mucho más alto. Falto de oportunidades con Luis Enrique, quizás le pesó tener que demostrar todo lo que no puedo hacer anteriormente. Con Valverde puede estar más tranquilo.

El partidazo de Jorge Cuenca en el centro de la defensa fue digno de mención. El futbolista procedente del Alcorcón, por el que se pagaron 400.000 euros, está todavía en edad juvenil y tiene un aplomo y un desparpajo fuera de lo normal. Aunque no proceda de las categorías más inferiores, pues fue fichado este verano, tiene ADN Barça por su calidad con la zurda, salida de balón, colocación y anticipación, junto a una plante que le augura grandes éxitos. Está claro que hay que ir paso a paso, pero tiene madera de primer equipo.

El tercer titular fue Carles Aleñà. Ya no sorprende verlo cómodo en el primer equipo, con el '10' que luce en el filial a sus espaldas. Se ofreció, mandó en el centro del campo y probó su habitual 'Aleñazo'. 76 minutos a buen nivel y cada vez menos aspectos tácticos y defensivos que perfeccionar. Con apenas 20 años, el Mini Estadi ya se le queda pequeño.

'refrescos' que dieron chispa

Media hora exacta dispusieron David Costas, Christian Rivera y Carles Pérez. El primero fue de lo más destacado. El central gallego demostró en una sola jugada parte de sus cualidades: velocidad para alcanzar a Puado en carrera cuando se plantaba solo ante Cillessen, inteligencia para no cometer penalti y precisión en el corte. Pero tiene mucho más: pase en largo milimétrico, colocación... Cedido por el Celta de Vigo, plantearse su compra es una decisión muy razonable.

Los 24 partidos de Christian Rivera en Primera División -los sumó con el Eibar- se notaron con su presencia sobre el césped del Camp d'Esports. No le vino grande el partido, todo lo contrario, oxigenó el centro del campo y mostró que es de aquellos futbolistas que quizás no den el salto, pero son imprescindibles para el filial. 

Como empieza a serlo Martin Hongla, sobre todo por su polivalencia, pues puede ejercer de central o de pivote defensivo, donde le colocó Valverde para tapar todo lo que pasaba por su zona.

No pudo mostrar su olfato goleador como suele con el filial o en la UEFA Youth League el 'ratoncito' Carles Pérez. Pero el de Granollers dinamizó el ataque azulgrana y dejó destellos de su clase.

Menos minutos tuvieron Miranda, McGuane y Abel Ruiz. Suficientes para el lateral para que muchos se planteen por qué traer jugadores de fuera si el relevo de Jordi Alba está servido con él o con Cucurella, que se lo perdió por molestias. Y para que el inglés tomara el relevo de un mito como Gary Lineker 29 años después. Y para que el valenciano se atreviera en la tanda de penaltis y lo ejecutara a la perfección. Hay mucho talento en la cantera y Valverde toma nota.