Historia SPORT

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La cantera del Barça activa el ascensor

Setién sobre Riqui Puig y Collado: "Los dos tienen opciones"

 Setién habló en rueda de prensa antes del encuentro ante el Betis / Marta Fernández

Albert Rogé / Germán Bona

El mercado de invierno ha configurado un nuevo panorama en el Barça. No solo en el primer equipo, sino también, en un imparable efecto dominó, en el resto de equipos de la cantera. Que Quique Setién se haya quedado con solo 18 futbolistas y dos de ellos, Luis Suárez y Ousmane Dembélé, estén lesionados de larga duración abre un inmenso hueco para los futbolistas del filial. Como a su vez, la plantilla del Barça B también es corta, afecta de lleno al juvenil A y así sucesivamente. El resultado es que las plantillas han dejado de ser rígidas, hay jugadores que se pasan más tiempo de entrenamiento en el equipo inmediatamente superior y estos trasvases, aunque supongan un quebradero de cabeza para los entrenadores, tienen un efecto motivador en los futbolistas. Eso sí, más allá de la necesidad debe haber plena confianza en los canteranos para que el ascensor no se pare.

Aleñá, Wagué, Carles Pérez y Todibo marcharon en el mercado de invierno y a ellos hay que sumar que a Suárez todavía le quedan meses de recuperación y que Dembélé se pierde la temporada. Unos salen... y otros entran. Riqui Puig se suma a Ansu Fati y aunque con ficha del filial, se les debe considerar ‘de facto’ del primer equipo. Ni uno ni otro se ejercitan más con el Barça B. Otros, Iñaki Peña, Araujo y Collado, están en plena dinámica con los grandes. Y los hay que también ‘suben’, ni que sea para los entrenamientos, en función de las necesidades.

Al fin y al cabo es lo que siempre se le ha pedido a la cantera, que nutra de futbolistas al primer equipo. Que éste haya ‘adelgazado’ la plantilla por motivos económicos no debe alterar la esencia de La Masia. Ahora las circunstancias favorecen a que se den  más oportunidades que nunca y los futbolistas están encantados. El proceso se ha acelerado y les toca demostrar que están preparados para asumir el reto.

La transformación del Barça B

García Pimienta se encuentra, día sí día también, que debe preparar los entrenamientos con seis, siete y hasta ocho ausencias de futbolistas clave. Le toca, para completar las sesiones, echar mano del Juvenil A. El filial azulgrana también ha tenido un mercado invernal movido. Abel Ruiz y Alejandro Marqués han salido y han llegado Rey Manaj, Matheus Pereira y Santiago Ramos, aunque, a la práctica, solo el primero está jugando. El centrocampista brasileño se encuentra en su país a la búsqueda de la documentación  necesaria para poder inscribirse en Segunda B, un proceso siempre arduo y farragoso, y el central argentino está en las mismas y con el añadido que le costará un buen tiempo adaptarse a las exigencias de jugar en el Barça. La lesión de Hiroki Abe por lo que resta de temporada completa las bajas.

Así las cosas, llega la hora para los juveniles. El potente Ilaix ha sido el gran beneficiado de la subida de Riqui Puig al equipo de Setién y Konrad ha encontrado su espacio en el extremo. Peque, por su parte, fue titular en el último partido contra el Villarreal B y aprovechó su oportunidad marcando un gol. Y otros, como el meta Arnau Tenas, el central Mika Mármol  y el delantero Nils Mortimer ahí están, completando muchos entrenamientos con el filial, para cuando se les necesite.

Idéntica situación en juveniles

Franc Artiga, el técnico del juvenil A, mira inmediatamente abajo y encuentra a futbolistas del juvenil B. Diego López, ‘Happy’, Brian Peña y Zaca han entrado en dinámica de un equipo al que, por edad, todavía no les tocaría entrar, pero las exigencias del guión así lo reclaman. Los peldaños de las escaleras se suben ahora de dos en dos y no se paran hasta el Juvenil B de Óscar López, aunque la extensa plantilla no es impedimento para reclamar al prometedor Ilias y también a Gerard González, Marc Jurado y Arnau Casas de un Cadete A muy ilusionante.

Son tiempos ‘supersónicos’ en el fútbol base azulgrana. Para algunos no es la situación ideal, pero no se puede negar que los futbolistas más prometedores logran tener, de esta manera, la proyección que tanto reclama su fútbol. Bien canalizado, este ascensor en pleno rendimiento solo tiene que detenerse en el destino final, pero nada tiene sentido si desde el primer equipo, adonde van a parar todos los sueños, no se creen de verdad a la cantera.  Valverde solo contó cuando la necesidad fue acuciante, y a Setién le falta todavía pasar a la práctica con los Riqui, Araujo, Collado y compañía. 

Los técnicos, el eslabón débil

Es cierto que con todos estos movimientos quien más pierde es el entrenador de los principales equipos de la base. A ‘Pimi’, por ejemplo, se le pedirá jugar el play-off de ascenso mientras sus mejores futbolistas se van a entrenar e incluso a las convocatorias del primer equipo. 

Ahora es cuando aquella máxima de que la formación y las oportunidades están por encima de todo se debe cumplir a rajatabla, y dejar incluso a un lado las exigencias deportivas. No es fácil en un club como el Barça, pero solo así cobrará sentido el ascensor que ya se ha activado.