La cabeza de Piqué

Cada partido, a estas alturas de su carrera -cerca de los 800 partidos oficiales como profesional-, es un examen

El Visit Mallorca también le silbó ya no se sabe si por las valoraciones particulares sobre su vida privada, sus negocios, su sueldo, por rivalidad o, solamente, por gustos futbolísticos. La presión sobre el futbolista raya lo obsceno...

Xavi Hernández: "A Piqué le veo tranquilo y sabe que estamos aquí para ayudarle si lo necesita"

Xavi Hernández explica cómo se encuentra Piqué y asegura que le ve tranquilo y entrenando muy bien / MAITE JIMÉNEZ

Xavi Torres

Xavi Torres

Mal partido del Barça pero para los que solo miran los números, excelentes tres puntos. El equipo debe seguir mejorando porque jugando así no hay futuro. Esta vez, sin Jules Koundé ni Ronald Araujo, lesionados, a las puertas de la primera final de la temporada en Champions, ante el Inter y por las características del juego del rival, Xavi Hernández hizo titular a Piqué.

Un Mallorca directo

El equipo de Javier Aguirre es muy transparente en su juego. Quienes juegan contra el Mallorca saben que va a tener que disputar un partido complicado, con posesión de balón asegurada pero muy difícil de presionar tras la pérdida ya que su fútbol es directo, con muchas disputas en el juego aéreo y de imprescindible concentración en cada balón parado.

Javier Aguirre cuenta con Vedat Muriqi como referencia ofensiva, un delantero kosovar de 1,94 de altura, un auténtico guerrero acostumbrado a trabajar en solitario, especialista en el juego aéreo y generador de segundas jugadas a partir de sus descargas de balones largos enviados por sus compañeros desde la zona defensiva o, incluso, por su propio portero. Jugando así, el mismo Mallorca que se salvó en la última jornada de la Liga pasada empezó la jornada en una cómoda décima posición.

Teniendo en cuenta que el 1-5-4-1 balear iba a convertir el ataque del Barça en una batalla sin espacios se antojaba fundamental que el Mallorca no pudiera salir a la contra a partir de la comentada jugada de descarga de Muriqi. Y ahí, pensaron Xavi y su staff, debía entrar en escena Piqué.

Vigilancias ofensivas

Para evitar ese objetivo mallorquín era fundamental para el Barcelona que Muriqi no ganase los continuos duelos aéreos que iba a generar el partido. De entre los centrales disponibles estaba claro que Eric Garcia, el menos dotado para ir al choque, se iba a quedar en el banquillo ya que el danés Christensen -1'87- y el citado Piqué -1'94- tienen más armas para defender a Muriqi.

¿Cómo se puede desactivar al delantero kosovar? Pues con mucha concentración y con las llamadas vigilancias ofensivas. Se trata de que, en posesión del balón, los defensas de tu equipo estén marcando a los delanteros rivales para que cuando éstos recuperen la pelota no puedan combinar con ellos y ante nuestra presión, el balón vuelva a nuestro poder. Cortocircuitar la salida desespera a los rivales porque defender todo el partido se hace muy duro.

Piqué, en un lance del partido en Mallorca

Piqué, en un lance del partido en Mallorca / AFP

¿Cómo le fue a la defensa azulgrana ante los pelotazos organizados del Mallorca? De entrada y para centrarnos, diremos que los intentos del Mallorca de dar salida a su juego con balones largos desde atrás se repitió en 16 ocasiones, a las que hay que añadir siete balones parados más -faltas, córners y saques de banda- donde la defensa azulgrana tuvo que acudir a la batalla del juego aéreo y tres más donde, a partir de centros laterales, el equipo bermellón buscó la fortuna de un remate certero. En total, pues, 26 acciones que pudieron acabar en mucho... pero que no acabaron en nada.

El equipo, a pesar de lo incómodo que fue el partido, tuvo buena actitud y no rehuyó jamás la lucha, hizo más faltas que su rival -13 a 9-, y vio más tarjetas amarillas -4 a 2-.

El equipo, a pesar de lo incómodo que fue el partido, tuvo buena actitud y no rehuyó jamás la lucha, hizo más faltas que su rival -13 a 9-, y vio más tarjetas amarillas -4 a 2-. Además exhibió algún matiz interesante, como el que se vio en diferentes momentos de la segunda parte. Siguiendo las órdenes de Xavi, el Barça se echó unos metros atrás cuando el Mallorca debía sacar de puerta. Sin presión, el equipo de Aguirre sacaba el balón jugado, no enviaba balonazos de campo a campo y tras la pérdida, ofrecía espacios a su espalda. Buena idea que el sábado no obtuvo resultados.

Presión sobre Piqué

El veterano central de 35 años solo había disputado esta temporada 45 minutos contra el Viktoria Plzen y 90, contra el Cádiz, partidos poco exigentes saldados con goleadas. Ante el Mallorca el panorama se planteaba distinto. Y él lo sabía. Cada partido, a estas alturas de su carrera -cerca de los 800 partidos oficiales como profesional-, es un examen: como le sucede con la mayoría de los estadios de la Liga y con cierto sector del barcelonismo, el Visit Mallorca también le silbó ya no se sabe si por las valoraciones particulares sobre su vida privada, sus negocios, su sueldo, por rivalidad o, solamente, por gustos futbolísticos. La presión sobre el futbolista raya lo obsceno...

Piqué cuajó un buen partido en Mallorca

Piqué cuajó un buen partido en Mallorca / Valentí Enrich

Sin embargo, Piqué exhibió un gran nivel. Defensivamente estuvo espléndido en la difícil misión ya comentada. Ganó seis de los siete duelos aéreos con Kang-in Lee, seis en balones largos lanzados por el portero Rajkovic (minutos 5 y 19) y por los defensas Copete (1', 56') y Raíllo (3', 60'). Solo en una ocasión (35') Gil Manzano le pitó falta tras el enésimo balón largo puesto, esta vez, por Costa.

Defensivamente estuvo espléndido. Ganó seis de los siete duelos aéreos con Kang-in Lee, seis en balones largos lanzados por el portero Rajkovic y por los defensas Copete y Raíllo.

En su duelo directo con Muriqi también salió ganador. Le ganó los tres balones largos aéreos de los minutos 9, 42 y 69 interrumpiendo los intentos de progresión de los de Javier Aguirre. El kosovar, sin embargo, empató sus duelos aéreos con Christensen -uno para cada uno- y Sergio Busquets -también, uno a uno- en otras jugadas del partido.

Balón parado

Xavi Hernández, además, habló en el vestuario de la necesidad de ser muy cuidadosos con la concesión de córners y faltas ya que además de Muriqi, el Mallorca cuenta con tres grandes especialistas en el juego aéreo, sus tres centrales José Copete -1'90-, Martin Valjent -1'87- y Antonio Raíllo -1'87-. Como no es fácil contrarrestar este “otro fútbol” ya que el partido se llena de balones divididos, el Barcelona no pudo evitar cinco saques de esquina y dos faltas frontales lejanas que dieron vida a la afición mallorquinista: cada balón de estas características fue coreado con el ánimo de un gol. Pero éste no llegó. De los cinco córners que forzó el equipo local remató dos, el segundo (11') en jugada de estrategia que acabó con un remate de Ruiz de Galarreta con el pie y el tercero (52'), en que Raíllo remató sin peligro. Los otros tres encontraron la cabeza de Piqué para despejar el balón.

Gerard Piqué jugó en el Visit Mallorca Estadio el partido 393 de Liga con el FC Barcelona

Gerard Piqué jugó en el Visit Mallorca Estadio el partido 393 de Liga con el FC Barcelona / Valentí Enrich

En las faltas, todas servidas por el exquisito pie de Lee, Sergio se impuso a Raíllo en el minuto 45 y, entre Muriqi y Valjent remataron fuera, a los 53. Y aún anotamos un balón más, en la estrategia de saque de banda -19'-, con Maffeo de lanzador, una lucha sin ganador entre Muriqi y Piqué y un remate a la caída del balón de Antonio Sánchez, sin peligro para Ter Stegen.

Protagonista con balón

Con el balón en movimiento Muriqi pudo rematar tres veces contra la portería azulgrana (47', 50' y 84'), todas tras centros de Maffeo y todas, con la presión de la defensa del Barça. Ninguno de los tres remates fue peligroso.

Con balón en posesión del Barça, Gerard Piqué estuvo como siempre, bien. Fue el jugador del Barcelona que más intervino en el partido con 131 intervenciones, con un 93,5% de acierto en el pase pero, eso sí, con apenas 17 en el último tercio del campo. Eso demuestra tres cosas: su concentración en la vigilancia ofensiva que antes comentábamos; que como el Mallorca estaba tan aculado no tenía ningún sentido realizar alguna de sus habituales excursiones porque no había espacio, y que el futbolista es consciente de que en este momento de su historia no se puede equivocar así que cuanto menos riesgo, mejor. Demasiados focos le están alumbrando...

Fue el jugador del Barcelona que más intervino en el partido con 131 intervenciones, con un 93,5% de acierto en el pase pero, eso sí, con apenas 17 en el último tercio del campo.

El futuro

No tiene ningún sentido que el Barcelona tenga cinco centrales en su plantilla -como no lo tiene que tenga también tres laterales izquierdos, pero esta es otra película-. En todo caso, ese quinto central debería ser el jugador del filial con más proyección. El verano y la herencia, sin embargo, han llevado a esta situación que ahora el Barcelona debe aprovechar.

No tiene ningún sentido que el Barcelona tenga cinco centrales en su plantilla. En todo caso, ese quinto central debería ser el jugador del filial con más proyección.

No hay duda de que los tiempos del futbolista catalán en el Barça están tocando a su fin. El proyecto ha convertido a Piqué en el quinto central pero su orgullo de gran campeón sigue muy vivo. Se vio en Mallorca y, visto lo visto, entre lesiones, sanciones y rotaciones, seguro que habrá más días para hablar de él. Que su adiós esté a la altura de la gran leyenda azulgrana que es.