Busquets, el fin de una era: adiós a la herencia de Guardiola

A la espera de lo que suceda con Leo Messi la próxima temporada, la salida de Sergi Busquets pone punto y final a la etapa más gloriosa que nunca ha vivido el Barça. De aquella época, de hecho, solo quedan los estertores y el de Badia del Vallès es era el último nexo de unión sobre el césped de un equipo irrepetible con el actual. También está Xavi, por supuesto, aunque su rol ahora es el que tenía entonces Pep Guardiola, el arquitecto, junto a Tito Vilanova, de un Barça que maravilló al mundo.

Desde su llegada al equipo, en 2008-2009, coincidiendo con la incorporación en la primera plantilla de Pep Guardiola, muchos fueron los partidos y los títulos ganados, pero uno de ellos representa la culminación de toda una idea: la final de la Champions de 2011.

Busquets debutó con el Barça de Guardiola en casa ante el 13 de septiembre de 2008, cuando disputó los noventa minutos del Barça-Racing de la segunda jornada de Liga, justo después de caer ante el Numancia en Soria por la mínima. Ante los cántabros no se pasó del empate, pero el técnico de Santpedor acabó el partido muy satisfecho de lo que había visto. Aquello fue el inicio de todo porque Busquets ya no abandonó nunca la titularidad como pivote y, desde entonces, han pasado quince años.

Ya en su primera temporada ganó el triplete: Copa, Liga y Champions. El título europeo, el que significaba el tercero para el club, llegó en Roma ante el Manchester United, una final que fue la antesala de la final de Wembley en 2011 ante el mismo rival. El once de aquel día fue el formado por Valdés en la portería, Dani Alves y Abidal en los laterales, Piqué y Mascherano como centrales, un centro del campo con Busquets, Xavi e Iniesta y arriba con Messi, Villa y Pedro. Un equipazo que construyó una obra de arte durante noventa minutos sobre el césped del estadio inglés.

Dos tripletes

Sir Alex Ferguson lo tuvo muy claro cuando acabó el partido: "Nadie nos ha dado una paliza así". El Barça ganó 3-1, pero el resultado no hizo justicia a la exhibición de velocidad, intensidad, talento, goles y, en definitiva, fútbol que ofreció el Barça de Guardiola y del que, tras la marcha de Sergio Busquets, no queda ya nadie en la actual plantilla. Sergio acabaría ganando su tercera Champions en 2015 en Berlín, que también le sirvió para ganar su segundo triplete.